Dr. Jaime Chalita Zarur.
Octubre 22, 2024
“Cúmplase ley en los bueyes de mi compadre”
Dicho popular, mediante el cual se da a entender que si queremos que se cumpla la ley, pero con todos los demás, menos con nosotros mismos o nuestros cercanos.
¿Estamos dispuestos accesar a la verdad de los hechos en tanto nos puedan afectar? Muy cuestionable.
¿De verdad queremos una sociedad civilizada? Luego entonces, ¿cuándo reclamamos el porqué de la impunidad en los diferentes delitos, estamos seguros que no formamos parte de los que buscan evadir la ley?
¿Realmente estamos preparados para que se pague el justo precio de las comisiones de los delitos en el cumplimiento de la ley?
La conciencia social, la cual es cada vez es menos y más permisiva, nos flagela. La interdependencia con las demás personas, a las que nos debemos, se pierde en la avaricia, en el tener más que los demás, en el ser más que otros con trampas, sin importar si se es legal o, no.
Dicen que la sangre llama y en ello, erróneamente se trata de proteger a la individualidad o, a los cercanos, pero cuando se rompe la ley que ata el comportamiento gregario de un conjunto de personas que viven bajo un régimen legal, habría que cumplirlo o no permitiría la sana convivencia.
En nuestro país hay prácticas ilegales desde años atrás, que nos han formado en un comportamiento inadecuado en cualquiera de los delitos o, infracciones que se previenen en la ley.
No solo los delitos de alto y bajo impacto nos torturan, creciendo este trauma que ha lastimado la integridad física o, patrimonial de la personas; simplemente la justicia llega muy tarde o, no llega.
Los equilibrios que dan sustentabilidad a una sociedad, están rotos, quizás destrozados. Los valores sólo están en los discursos, la probidad no se sabe que es, la decencia tampoco, la honorabilidad menos y el cumplir la palabra sería una burla actualmente.
Todo lo anterior debería estar en las buenas prácticas de cada día y entre todos los que componemos una sociedad: autoridades y civiles pero, no está. La corresponsabilidad del cumplimiento de cada quien es evadido, evitado, disimulado y más, para convertirnos en la sociedad que no se quiere pero que se tiene.
@jaimechalita