ESPECTRO POLÍTICO Democracia, Democracia, Corcholatacracia,y otras Cracias

Dr. Ángel Salas Alfaro(*)

Gracias, Opinión Pública SLP, por darme la oportunidad de colaborar en este medio; espero atraigan mis participaciones y aporten algo a un sistema político, y a una democracia, que van, ética y moralmente, como el cangrejo.  Y recordar la frase de Ronald Reagan -y a propósito de atentados políticos en EE.UU: “La política es el segundo oficio más antiguo del mundo, pero cada vez se parece más al primero”.

Con la elección del año 2000, analistas hablaron de una democracia electoral, consistente en que la gente votó, provocó una alternancia, pero luego de sufragar, no dio seguimiento al desempeño que tendrían los votados por ella, pidiéndoles cuentas de su trabajo, y eso en mi opinión, ha prevalecido en nuestro sistema.  La ideal -no la perfecta, que no existe (Winston Churchill), pero la menos imperfecta (yo)-, es una mucho mejor democracia, solamente la electoral, que debe de ejercitarse en los partidos, en las asociaciones políticas, en las civiles, en las profesionales, en los sindicatos, universidades -tal vez no para designar rectores, que lo hacen los consejos directivos, a propuesta de sus juntas de gobierno-, pero sí a los directores de escuelas, facultades, e institutos, pero únicamente por la comunidad académica.  Que los rectores lo ven como riesgo de conflictos internos, por la intromisión de agentes externos, sí, toda democracia los corre, pero es cosa de tomar las precauciones debidas, para evitarlo.  

Pero como la educación ética y cívica, la democrática, y todas,  también inicia en la familia, y se refuerza en la escuela, por lo que, no dándose en ningún ámbito, es difícil, casi imposible, que la haya en otros espacios, y en donde mucho se necesita, que es en los partidos, para que sus prácticas democráticas, se apliquen fuera de los partidos y en los gobiernos.  

Nuestro artículo 3º, Constitucional federal, da una definición de democracia, expresando que “… frac. II, inc. a). – Será democrático -uno de los criterios orientadores de la educación-, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo;…”. Pero en la praxis -práctica-, realidad, de la vida cultural, educativa, política, económica, eso no se ha tenido, y sabe cuándo vaya a tenerse, porque en la familia muy poco se ensaya, en la escuela un poco más, en las organizaciones sociales, algo; más que en la familia y en la escuela; y en los partidos, de plano, en el 2021, y en este 24, en los procesos electorales, dejó de aplicarse, no habiendo procesos internos de selección de candidatos, siendo todos designados de “dedazo”, por lo que para mí, en el 21, se implantó dicho “método”, -más abiertamente, porque siempre ha existido, pero se simulaba-, y ahora en el proceso pasado, “se consolidó ”, ideando, López Obrador, la figura de las “corcholatas”, destapadas por él, y auto destapándose Ricardo Monreal-, porque el presidente no lo quiso destapar, porque no quería que ni él, ni Ebrard, ni Adán López, ni menos Fernández Noroña, o Manuel Velasco, fueran el candidato, y el presidente de la República dijo  #Es Claudia, era desde que él le ha de haber dicho. Y si ya teníamos una “dedocracia” simulada, una partidocracia, y una comentocracia (Jorge Castañeda), ahora tenemos otras cracias (cratos = a poder), como la corrupticracia y la impunidadcracia; la facebookcracia y la twitercracia -el poder de las redes sociales-; la fifícracia y la chairocracia, y la “corcholatacracia” -los siete últimos términos, de mi autoría-; y otras que puedan acumularse en esta semana, pero no hasta agotar existencias, porque cracias puede haber muchísimas. No las anoto todas por razones de espacio, pero ejemplifico con otras: “cuatescracia”, “cuotacracia”, “padrinocracia”, compadrecracia”.   

Y entonces, del 21 al 24, pasos -“pasotes”- atrás, en la tan buscada democracia, pero real, por valientes luchadores cívicos (el Dr. Salvador Nava); por grandes ideólogos (Reyes-Heroles -PRI-; Carlos Castillo Peraza –PAN-, y Heberto Castillo -PRD-, y otros muchos actores (Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel J. Clouthier), y militantes de partidos y de asociaciones cívicas y políticas; por intelectuales, académicos, periodistas, y organizaciones de la sociedad civil.  

Volviendo a citar la frase de Reagan, para mí, en Méx., los dos oficios más antiguos del mundo, ya son enteramente parecidos; gemelos; la praxis política (con minúscula), está muy prostituida, corrompida; plagada de mediocres, habiendo ya otra cracia, la Kakistocracia -el gobierno de los peores-; no así la Política (con mayúscula) teórica; o sea, la Filosofía y la Ciencia, Política; de hecho ninguna disciplina académica, teórica o práctica, son per se (por sí mismas), corruptibles; son los ejercedores u operadores de la práctica de la Política, o del Derecho, y de otras, los que las corrompen; y ni tampoco las instituciones políticas, jurídicas, u otras, sino los que forman parte de ellas, pero con el concurso de muchos que concurren ahí, como usuarios de sus servicios.  Hasta mi próxima entrega.  

(*)Dr. en Derecho, exprofesor investigador de la Facultad de Derecho de la UNAM; de la UASLP; de la Universidad de Guadalajara, de la Universidad Sophia de Tokio, Japón, y profesor de posgrado de la Ibero, León, Gto., Anáhuac -Cd. de México-, y de otras 5. Ex diputado local, y ex Magistrado Supernumerario, del STJE, S.L.P.  Autor de 8 libros. Analista jurídico, político y legislativo, independiente.