Toño Martínez
Septiembre 18, 2019
Antes de entrar al tema de los espejos y su influencia en la cosmovisión sobre fantasmas, citaré una variante de las proyecciones mentales que son capaces de crear cosas que no existen, ver seres espectrales falsos, escuchar y hasta sentir la presencia de entes, no solo en lo individual sino, y esto es doblemente preocupante, en términos colectivos.
Cuando una persona o un colectivo son presas de la histeria o bombardeados por relatos funestos que ruedan como bola de nieve, se producen “imágenes” e ilusiones.
Esta condición o sugestión es una realidad probada, y solo señalaré como ejemplo casos precisamente en torno a los trágicos sucesos que sacudieron al país el 19 de Septiembre del 1985 y posteriormente en 2017 cuando poderosos terremotos mataron 10 mil personas en el primero y 300 en el segundo, la mayor parte en la Capital del País.
La tragedia desquició a la sociedad pero de manera particular a familias de gente atrapada bajo los escombros o desaparecidos, resquebrajando su equilibrio emocional.
Ello dio lugar al surgimiento de historias de “fantasmas” como el de” Monchito” y “Frida Sofía”, dos niños que se afirmaba habían quedado atrapados entre los escombros y muerto.
La versión de los niños sepultados en restos de edificaciones en ambas tragedias, atrajo la atención mundial por los esfuerzos de rescatistas en encontrarlos y la orden del Gobierno federal para no parar hasta que los rescataran, pero nunca aparecieron.
Sin embargo, del dolor se pasó a la histeria y comenzó a correr el rumor de que fantasmas de ambos aparecían en las zonas donde presuntamente quedaron atrapados.
Más tarde las mismas autoridades informaron que los niños nunca existieron, pero la versión de sus apariciones prevalece.
En cada país y desde diferentes épocas existen las leyendas de fantasmas de niños y México es cantera abundante de esas historias.
Pero, entre los miles de testimonios sobre las apariciones, son muy pocos los que les atribuyan poderes malignos o dañinos, y más bien se les ubica como entes que buscan ayuda entre familiares o amistades para continuar su camino al más allá al quedar atrapados entre el mundo real y el plano de descanso.
Pasemos ahora al tema de los espejos. Desde que las civilizaciones antiguas descubrieron la ley de reflexión en objetos o el agua, los espejos han ocupado un lugar preponderante en el terreno paranormal, al tomarse como portal a dimensiones desconocidas, puertas de entrada al plano espiritual y en consecuencia permitir el ingreso de fantasmas o creaturas monstruosas a nuestra realidad.
Ha sido una de las herramientas de aplicación esotérica más usada por médiums, clarividentes, magos, espiritistas y brujos, sea en forma esférica o plana, para entrar en contacto con espectros.
Pero, no solo en sesiones espiritistas -es la creencia arraigada-, los espejos cumplen la función de ser puertas a universos paralelos sino también en lo individual.
Esta “conexión”, la tienen también los espejos que tenemos en las casas, por lo común en las habitaciones donde dormimos.
La teoría paranormal sobre el espejo en las habitaciones, es que pueden absorber el espíritu de quien duerme frente a ellos para transportarlo a otra dimensión, o bien facilitar el paso de entes malignos que se apropien del cuerpo.
Superstición o no, es una creencia muy arraigada.
Pero, ubicando los espejos en las energías del más allá, los relatos sobre aparición de fantasmas en los espejos son muy extensos, existiendo incluso fotografías de personas que se miraban en un espejo, y junto a su imagen aparecen sombras, siluetas o hasta rostros sin lógica alguna.
Por ello, tanto en las filosofías chinas que acentúan la vida armónica interior, como en las más diversas culturas, recomiendan no dormir frente a espejos porque afectan la energía positiva, te producen sueño incómodo, tormentoso y lo peor es que puedan liberar fantasmas oscuros.
Recomiendan los especialistas del tema, que el sitio más adecuado para tener un espejo es el baño, pero nunca mirando hacia la puerta y si de plano lo quiere conservar en su recámara, sugieren cubrirlos durante la noche.
Los fantasmas no deben ser un tema tabú, pero sí de extremo cuidado en su contacto. Si un fantasma es recurrente en su casa, trabajo o lugares que frecuenta, lo adecuado es analizar su estructura para saber si se trata de entes buenos, inofensivos u oscuros y dañinos.
Si no está en condiciones de hacerles frente, busque ayuda profesional que pueden ser un parasicólogo, psíquico reconocido como persona seria, o hasta un sacerdote. Pero tenga cuidado con los charlatanes, esos que acostumbran anunciarse en medios de comunicación como expertos en alejar energías negativas o fantasmas, porque solo lo esquilmarán.
La siguiente etapa del tema sobre espíritus, trataremos el mundo de la demonología, división del universo paranormal que está creciendo en el Mundo producto de la turbulencia social, tanto que preocupa a la Iglesia Católica, una de cuyas respuestas es el nombramientos de curas especialistas en exorcismos en cada Diócesis para atender a quienes sean víctimas de una posesión.