Dr. Jaime Chalita Zarur
Mayo 09, 2020
El miedo, el terror, la avaricia y, la tendencia ancestral de esclavitud, real o encubierta, que sirve a intereses particulares, que se esconde de tras de quienes quieren tener el control total y hegemónico de nuestras vidas, va tomando forma. Así, que por cierto son menos del uno por ciento de la población mundial y, han hecho ya, de nosotros su batallón de guerra para que entre nosotros nos matemos por necesidades básicas que son ahora escasas, pero que, ya son reales. Peleamos por tener lo que no queremos que los demás tengan. Aberración.
Perdemos la vida en las manos de quienes mandan las “democracias” más fuertes económicamente del mundo y, ni cuenta nos damos. Luchamos batallas o guerras que no nos corresponden y servimos a los amos del mundo sin, ni siquiera saberlo. Parece que la manipulación se encamina al exterminio de la especie humana.
Los bloques hegemónicos en el mundo enfilan sus armamentos, cualesquiera que sean, para destruir, como lo están haciendo a la humanidad. Artillería, bombas, misiles, ataques cibernéticos, confecciones de laboratorio, etc. Lo inimaginable está tomando postura en nuestras vidas.
No sólo la salud de las personas está sufriendo. Aterrados por la pérdida de la salud o, la vida propia o de los seres queridos, hemos iniciado embestida en contra de nosotros mismos. Muchos pierden la vida por esta pandemia, contagiados por otros y, estos arremeten en contra de todo. Esta es una conducta inducida de lo que no quisimos en la inmensa mayoría dela población mundial porque, muchos otros mueren por su propia voluntad como víctimas de violencia que escogieron, esa es su decisiones. Gran diferencia de lo que está pasando.
La población, tendría que darse cuenta que estamos a merced de quienes manipulan nuestras vidas, tanto en nuestra salud como en nuestra economía. La sociedad está absorta en salir adelante en sus propias necesidades sin importar nada ni nadie. Si antes no teníamos un código de acción en base a la consciencia social, ahora menos. La organización social está por ningún lado: desobedecemos y enfrentamos lo que nos puede servir a todos, aun cuando cueste la vida de los demás o, la propia.
Una cosa es la corresponsabilidad de la preservación de la salud personal y familiar, y otra es la preservación de la economía. Por ahora existen muchos grupos queriendo hacer filantropía y es bienvenida pero pareciera que nos convertimos en los mismos populistas a los que señalamos. La desorganización de vocaciones está por ningún lado. Todos queremos ayudar en el mejor de los casos o, queremos figurar como benefactores de los demás.
La recuperación economía tiene que pasar por lo que cada quien sabe hacer. Las empresas, tienen que producir y ofrecer fuentes de empleo bien pagadas y con excelente capacitación en las mejores prácticas éticas del ramo de producción. Reactivar la cadena de producción, con especial agenciaron en la promediaría y todo, con la intención de recuperar de ser competitivos para que así, los grandes capitales vuelvan a nuestro Estado y tengamos el crecimiento económico que poseíamos antes de la desaceleración de la economía.
Las organizaciones de la sociedad civil abocadas a servir como lo queremos muchos potosinos y como se está haciendo, para entregar alimentos y ayuda a las personas en necesidad, es ejemplar.
Organización social, es lo que necesitamos, muy aparte de lo que se solicita o, se espera de la federación, ahí las respuestas pasan por el populismo que daña las estructuras sociales y nos confronta a los mexicanos. Los grandes cambios siempre vienen de la organización social, pues es ahí, en donde duele lo que largos no.