Comenzó a circular en Estados Unidos y podría llegar a México.
Toño Martínez
Bajo la apariencia de un comic inocente, ilustrado con imágenes de figuras coloridas semejantes a personajes que aparecen en diversas caricaturas populares, comenzó a circular en Estados Unidos el libro “A Children´s Book of Demonds”, con un contenido tendencioso para inducir a los niños a rendir culto al demonio, lo cual provocó que la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE) emitiera el 11 de Diciembre pasado, una advertencia urgente a las familias para que por todos los medios posibles eviten que sus hijos pequeños entren en contacto con esta publicación.
El presidente de la AIE Presbítero Francesco Bamont, dijo en un comunicado de alerta, que se trata en realidad de un Grimorio muy peligroso.
Grimorio es una publicación surgida en la edad media, la época del oscurantismo, que contenía astrología, listas de ángeles y demonios, instrucciones para llevar a cabo aquelarres, como lanzar encantamientos y hechizos.
También como invocar a entidades sobre naturales, fabricar talismanes y mezclar presuntos medicamentos, o sea aquellos temas que atraen la atención de quienes faltos de fe son atrapados fácilmente por la parte maligna.
Es, señala el comunicado del Padre Francesco Bemont, “un ulterior aporte al nefasto proyecto de normalizar el contacto con el demonio y presentar la práctica del satanismo como algo bueno y positivo.
Ahí se encuentran afirmaciones sobre tendencias subliminales como por ejemplo “Evocar a los demonios nunca ha sido tan divertido”: “¿No quieres votar la basura esta noche?; ¿Tal vez estas nadando en tareas?: ¿De repente ese gordo prepotente es un verdadero fastidio?
Malvadamente, el libro llega incluso a afirmar que el culto al demonio se limita a celebrarlo y que quien lo practica no comete ningún crimen ni hace nada de malo”.
“Esta afirmación”, continúa el comunicado de los exorcistas, “denota una falta de discernimiento entre el bien y el mal, ya que el satanismo tiene principios que promueven la opresión de la persona en su dignidad y autonomía, y por lo tanto, quien rinde culto al demonio tarde o temprano será presa de una conducta interna que originará un comportamiento según principios lesivos y destructivos de la dignidad humana”, indica.
Afirma contundente la AIE que con los demonios no se bromea. Quien invita a un niño a evocarlos es como quien coloca en sus manos una granada, para que juegue con ella. Tarde o temprano el pequeño jalaría el seguro y le explotará entre las manos, o como si le dijese que es posible ayudar a un criminal para obtener cualquier cosa. Los está induciendo a perder su propia identidad, su personalidad y a ser destruidos moral, psicológica y espiritualmente”.
Los demonios, recuerdan los exorcistas, son “ángeles que voluntariamente se han hecho malvados, enemigos de Dios y de la humanidad, seres llenos de odio hacia todo hombre, con la intención de sugerir todo mal y toda perversidad con el fin de enemistar a uno con otros y al final separarnos definitivamente de Dios y conducirnos a la perdición eterna, en un sufrimiento sin fin”.
Representa ese libro, la última etapa de un oscuro proyecto que comenzó en la década de los 70’s partiendo de una aproximación genérica al esoterismo, de las nuevas generaciones, y para ir paso a paso hasta la propuesta explicita de rendirle culto al demonio.
Al final del aviso de los exorcistas, recuerdan un pasaje del capítulo 18 de Mateo: “Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se lanzara al mar”.
Se percibe, el riesgo de que ese libro pudiera ser traducido al español para distribuirlo en países de habla hispana, y los exorcistas emiten a tiempo la alerta preventiva para que los padres de familia permanezcan vigilantes y evitar que sus hijos pequeños tuvieran acceso a esa publicación.