Como parte del 31 Verano de la Ciencia de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), se desarrolla el proyecto “Memoria de los desaparecidos, una visión multidisciplinar (historia, arqueología, antropología y literatura)”, encabezado por la Dra. Adriana Macías Madero, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades (FCSyH), con la participación de un equipo de estudiantes, entre ellos Melissa del Rocío Camacho Chávez y Nahomi Dalay Enríquez Rendón.
El objetivo del proyecto es crear un espacio de reflexión, empatía y diálogo entre la academia y la sociedad civil, particularmente con colectivos de madres buscadoras, quienes enfrentan diariamente la ausencia de sus hijos o hijas. La doctora Macías explicó que el interés principal es sensibilizar a las y los jóvenes, especialmente desde una perspectiva multidisciplinaria, sobre un problema profundo que afecta a miles de familias en México.
“Queríamos hacer un espacio donde la academia se vincule con la sociedad civil en esta problemática tan intensa. Es importante no olvidar, no dejar de lado a esas personas que hoy no están, porque si olvidamos, corremos el riesgo de repetir la historia”, expresó la investigadora. Señaló que el proyecto busca comprender el fenómeno de las desapariciones desde distintas miradas: no solo desde las noticias o las marchas, sino también desde la música, la literatura y los testimonios personales.
Melissa del Rocío Camacho Chávez, estudiante de la carrera de Psicología, compartió que eligió este proyecto porque le pareció profundamente significativo. “He aprendido desde otras disciplinas y me he acercado a personas que necesitan ser escuchadas. Es una experiencia muy enriquecedora que me ha enseñado a ver más allá de mi campo”, comentó.
Por su parte, Nahomi Dalay Enríquez Rendón destacó que participar ha sido un reto emocional y personal. Escuchar de primera mano los testimonios de madres buscadoras le permitió ampliar su perspectiva sobre el país y sobre su carrera. “Quiero ser una agente de cambio. Acompañar desde la psicología, pero también desde lo humano. Saber que escuchar a alguien ya es hacer algo”, señaló.
La Dra. Macías Madero subrayó que más allá de recopilar datos o sistematizar historias, el enfoque del proyecto es el acompañamiento empático. En las sesiones de trabajo, no se pidió a las madres volver a narrar su dolor, sino compartir recuerdos de quienes buscan: cómo eran, qué les gustaba, qué soñaban. “Eso genera un lazo real. Cuando te das cuenta de que esas historias podrían ser las de tu propio hermano, primo o amigo, te sacude”, afirmó.
El proyecto también contó con la colaboración de las estudiantes Luna Romina de Noyola Rincón y Sandra Romero Mendoza, quienes junto a Melissa y Nahomi han desarrollado una labor académica que se convierte en una experiencia profundamente humana.
“Todo conocimiento debe servir para construir una mejor sociedad”, concluyó Nahomi. Las estudiantes coinciden en que este tipo de iniciativas les permiten ver el verdadero valor de su formación: estar al servicio de los demás, tender puentes y no olvidar que detrás de cada cifra hay una historia que merece ser contada y escuchada.