Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Mayo 19, 2021
Si el candidato gubernamental del PVEM Ricardo Gallardo Cardona no quiere que la intensidad del manejo mediático y político de las denuncias y acusaciones que pesan en su contra sigan cuesta abajo como bola de nieve y terminen por sepultar sus aspiraciones por el tremendo desprestigio que el fenómeno le ocasiona, algo debe hacer para contenerlo pues visto está que los directivos centrales de su partido no parecen interesados en defenderlos o hablar en su favor pero algo tiene que hacer para atenuar el feroz golpeteo al que está sometido pues de lo contrario terminará arrollado por tal circunstancia y mantenerse en la indefensión no parece ser la estrategia más recomendable para sostener su calidad de puntero en muchas de las encuestas divulgadas sobre las preferencias ciudadanas.
Seguramente algo o mucho tiene qué ver su posición de puntero en las mediciones para que se haya desatado una ofensiva tan intensa en su contra con la finalidad de desgastarlo y bajarlo de los primeros lugares que únicamente él podría contenerla y peor, por su carencia de aliados en esta guerra sin cuartel.
No es casual que hayan detonado bombazos mediáticos contra su estabilidad demoscópica como el registrado en la más reciente edición de la influyente revista Proceso en la que le dedican un m amplio espacio para señalar los detalles presuntamente contenidos en una investigación de la UIF sobre sus movimientos de compra-venta de inmuebles, tema que otros medios como el periódico Milenio retoma.
Dichos ataques RGC los ha dedo pasar sin fijar su posición ante los mismos fuera de las ambigüedades de intento de rechazo en algunos de sus discursos de campaña que de nada le sirven para efectos de defensa y de imagen.
En virtud de que es evidente que las publicaciones son producto de filtraciones bien haría Gallardo en recordar al clásico y aclarar lo que deba aclararse así como desmentir lo desmentible antes de que sean utilizadas para ataques de mayor gravedad que podrían otros hechos hilvanados al asunto como la exigencia planteada por la diputada Josefina Salazar Báez desde la Comisión Permanente del congreso de la unión en el sentido de que se dé celeridad a las investigaciones contra RGC que se encuentran tanto en la FGR como en la UIF que por su naturaleza podría motivar que se le atienda.
Como ya ve, como lo dijeron Mónica Rangel y Octavio Pedroza que es el enemigo a vencer es previsible que la guerra en su contra seguirá aprovechando la ausencia de barreras políticas de contención en su defensa con lo que lo seguirán mermando en un proceso de desprestigio que inexorablemente permeará hasta la franja de sus simpatizantes.
En esta etapa a Gallardo queda recodarle la frase del pensador Ortega y Gasset cuando dijo: “Yo soy yo y mi circunstancia si no la salvo yo ella no me salvará a mi ” que, como está es bastante grave y puede ser peor si no se mueve convenientemente.
