Filiberto Juárez Córdoba
Enero 12, 2025
SOLÍA DECIRSE, febrero loco y marzo otro poco, sobre todo por la temporada de vientos que en esos meses solían presentarse. Con lo que está pasando en este enero, que hay vientos fuertes y algo de lluvia, además del frío intenso, imagínense las locuras que veremos en febrero y marzo. Hay que cuidarse y cuidar a los demás, sobre todo a los niños y personas mayores. Las autoridades estatales y municipales han implementado, a través de las unidades de Protección Civil y sistemas asistenciales, como el DIF, albergues o refugios temporales para las personas en situación de calle o en condiciones de precariedad. Si conocemos algún caso o vemos a alguien en la calle, si no podemos auxiliar directamente, avisemos de la situación a los números de emergencia, para que brinden la ayuda que se necesita. Los brigadistas han reportado que algunas personas se niegan a ir a los refugios y su decisión se les respeta, pero al menos se les proporcionan elementos de abrigo. Los refugios ofrecen un lugar donde dormir y alimento caliente. Se puede pasar la noche en ellos y en el día irse a las actividades habituales. La hipotermia, en ocasiones, provoca enfermedades cardiorrespiratorias e incluso muertes. Cuidémonos y ayudemos a que no haya consecuencias graves.
HACE ALGUNOS AÑOS, el gremio de los taxistas era una red de apoyo a los cuerpos de auxilio, corporaciones policiales y ciudadanos en apuros. A través de sus radios de banda civil, se intercomunicaban y daban información de accidentes y contingencias diversas. En algunas fechas hacían labor social, como el Día de la Madre y el Día del Niño. Incluso había quienes a socorristas y bomberos, cuando eran llamados a atender alguna emergencia, no les cobraban el servicio. La ciudadanía les reconocía esos detalles y los desacuerdos públicos y discusiones con ellos eran por las tarifas, generalmente acordadas entre chofer y usuarios. Las luchas de las organizaciones iban enfocadas a que cuando se autorizaban nuevas concesiones, se entregaran a auténticos choferes y no fueran acaparadas por dirigentes y dueños de flotillas. Era un gremio muy combativo pero de algún modo buscaba y obtenía la aceptación social.
LAMENTABLEMENTE, en los últimos tiempos, el taxismo se ha vuelto centro de escándalos, primero por la costumbre de reunirse todos cuando algún taxi es parte de un accidente, tratando a toda costa de sacar al conductor bien librado; luego, por la guerra desatada en contra de los choferes de las aplicaciones. Lo más grave es que ahora hay numerosas acusaciones sobre la participación de los ruleteros en asaltos, robos y otras acciones delictivas. Hay muchas opiniones de que las autoridades, empezando por la SCT, deben establecer mejores mecanismos de control y seguimiento de los concesionarios, pero también los líderes de las diversas organizaciones deben emprender campañas para que sus afiliados den mejor servicio, no cometan atropellos ni incurran en delitos. Los mismos permisionarios y choferes deben entender que de su comportamiento depende que la población los prefiera. Se les puede ver como aliados, como en las épocas que coadyuvaban con los cuerpos de auxilio, o como amenaza social. Una parte del gremio lo entiende, por eso en diciembre se organizaron para hacer que uno de ellos devolviera las cosas que se había llevado de una pasajera. Lo saben pero no está por demás insistir en que tengan otra actitud. Mucha gente buena hay en el taxismo, no deben dejar que los malos elementos sean más.
ENTRE LAS HABLADAS y ocurrencias del Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, está la de cambiarle el nombre al Golfo de México, por el de Golfo de América. La presidenta Claudia Sheinbaum, respondió que eso es inaceptable y recordó el valor histórico del nombre, así como los tratados internacionales y acuerdos que delimitan los recursos compartidos en el Golfo de México. Aparte de que américa es el nombre de todo el continente y el origen del nombre tiene que ver más con lo que de España nos llegó -aunque Américo Vespucio fuera italiano-, americano no es un término que identifique a los ciudadanos de Estados Unidos de América. El gentilicio aceptado es estadunidense, incluso norteamericano. Yanqui, define a un habitante de Nueva Inglaterra o de los estados del norte en general. Por otra parte, en términos geográficos, golfo es una porción de mar con ciertas características. Golfo es también una palabra que significa deshonesto, pillo, sinvergüenza, holgazán. NOSOTROS DECIMOS:
Pues si de golfos se trata
En una revisión esférica,
El de México es de larga data,
Y Trump, el gran golfo de América.
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