Hoy la historia tiene que cambiar y regresar a la esencia del debate nacional

Dr. Jaime Chalita Zarur

Julio 18, 2020

“Sería una necedad pretender que el Pueblo no pueda cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El Pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, aquellos carecerían de importancia” Jhon Calvin (1872-1933) 30º presidente de Estados Unidos (1923-1929)

El Pueblo, excelente pretexto, este ente social, que en el nombre de él se han cometido los mayores errores democráticos, y atrocidades, en contra de la sociedad, pero igualmente, seguro que el sacrificio de la ciudadanía, ha estado la altura de las conquistas de ser libres, como lo ha conseguido.

Las facturas por pagar han sido puntualmente pagadas, con sangre literalmente, por las exigencias de quienes se han convertido en líderes políticos de las naciones, a través de las urnas en todo el planeta Tierra.

Efectivamente son los pueblos a quienes les ha costado impulsar la democracia que se tiene en las diversas partes del Mundo. Una gran lucha que se ha dado en contra de tiranías, oligarquías, desde luego en contra de la demagogia y aun cuando en algunas partes, se conservan las monarquías, éstas, conviven con gobiernos parlamentarios.

México tiene su historia y para quienes la conocemos, nos duele lo que se ha vivido en los diversos movimientos sociales que han conquistado nuestras libertades. Médicos, obreros, estudiantes, campesinos, ferrocarrileros y electricistas, en sus momentos, lo hicieron, y si, a costa de muertes y desaparecidos. Hoy la historia tiene que cambiar y regresar a la esencia del debate nacional.

Por instancias, si dejamos todos los intereses de grupos políticos, para enfocarnos en tres situaciones que nos maltrata a los mexicanos, y nadie podría decir no, cuando menos la gente que quiere ser de bien. Nos maltrata la pandemia que vivimos y por ello y otros efectos mundiales, la economía; igualmente la violencia que vivimos, que pareciera no tiene fin.

Si de democracia se trata, lo anterior es una prueba de fuego para el “monstruo” “democrático” que hemos creado, a través de los partidos políticos. No importaría quien gana, lo importante es llegar a puerto seguro abatiendo nuestros males y con los tres que he mencionado, México sería de verdad nuestro en paz y progreso. El caso es que quienes viven de ser políticos y sus intereses de grupo y partido político, se interponen entre nosotros. El dinero y la vida fácil a través del sueldo, numeroso por cierto, les atrae más que sus deberes de representar debidamente a los ciudadanos.

No hay posibilidad así, la ciudadanía, a menos que sea en unidad, venceríamos pero, nos encontramos polarizados, lo peor es que así, nos hemos dejado, y nos han puesto a pelear unos con otros. Dinero y poder es el común denominador de ahora y no debería valer así, en momentos tan delicados para la sociedad de México.

¿Existen esquiroles en el sector público y sociedad civil? Ni duna cabe en un sistema que se fue acostumbrando a la limosna electorera y de un sistema controlador; en el lugar de exigir lo correspondiente en la obligación que se cumple para hacerse acreedor del derecho que asiste.

Nos encontramos polarizados y muy divididos. Así, no podemos avanzar. Así, es como le conviene a quienes buscan nuestro voto, para hacer lo que les de su gana.

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