Toño Martínez
Noviembre 19, 2024
De que tamaño ve la 4T el riesgo de que el gobernador potosino Ricardo Gallardo Cardona estorbe su proyecto de control político de San Luis Potosí que le está lanzando una andanada feroz de descalificaciones, reviviendo procesos jurídicos superados, filtrando toda clase de rumores sobre su presunta relación con grupos delictivos y con amenazas veladas, por la resistencia del mandatario a rubricar su alianza para el proceso electoral del 2027.
Necesitaríamos ser muy ingenuos o tener dos dedos de frente, para no darnos cuenta que haber revivido otra vez el caso de la detención en 2014 de Gallardo Cardona por entonces militante del PRD, acusado por Hacienda de lavado de dinero y asociación delictiva bajo la sospecha de desviar 200 millones de pesos hacia 13 empresas familiares cuando fue alcalde de Soledad de Graciano Sánchez, pero que 11 meses después fue puesto en libertad porque no le pudieron acreditar los delitos, es una burda estrategia de origen político.
Incluso el propio Andrés Manuel López Obrador durante su visita a San Luis capital en campaña, hizo una enérgica defensa de Gallardo Cardona.
A partir de aquel fallido affaire judicial Ricardo Gallardo tomó fuerza y fue Diputado Federal tiempo durante el cual acrecentó su popularidad en todo el estado.
En febrero del 2019 renunció al PRD y más tarde se afilió al Partido Verde Ecologista por el cual ganó la gubernatura.
En el 2018 el Verde Ecologista hizo alianza con MORENA y el PT en favor de López Obrador pero comenzó a evidenciarse que Gallardo Cardona tomaba el compromiso de seguir juntos de manera virtual pues su proyecto era y es construir su propia fuerza política.
Por eso en 2021 el Partido Verde ganó más espacios que MORENA y este año no le cumplió a Claudia Sheinbaum con darle 600 mil votos que le prometiera.
Fue la gota que derramó el vaso y desató la persecución oficial y de MORENA en su contra pues el padre de ese partido, López Obrador quiere darle San Luis Potosí a su secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez y trae como segunda opción a Gerardo Sánchez Zumaya sobre quien se exhibió un escándalo de corrupción por miles de millones de pesos como facturero de Petróleos Mexicanos.
Gerardo Sánchez sin conceder sea o no culpable empieza a quemar sus alas antes de levantar el vuelo.