Investigador de la UASLP lleva a cabo proyecto pionero para reconstruir el mapa genómico de una mamut bebé y podría ser clonada

El posible rescate genético de Lily, la mamut potosina hallada en Cedral, abrió un nuevo capítulo en la investigación científica realizada en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. El Dr. Gilberto Pérez Roldán, coordinador de la Licenciatura en Arqueología e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, explicó que el estudio del ADN de esta cría de cinco meses ha colocado al equipo en la frontera de la paleogenómica, un campo que en México comienza a tomar fuerza.

El profesor recordó que su trabajo en la UASLP, iniciado en 2011, lo ha llevado a desarrollar investigación desde el Laboratorio de Arqueología. Sin embargo, el caso de Lily representa un reto diferente, pues implica pasar del registro material a la escala molecular. La intención es construir el mapa genómico completo de la cría, cuyo ADN fue recuperado de los dientes de leche. Los primeros análisis confirmaron que los restos conservan material genético suficiente para avanzar hacia el estudio del ADN mitocondrial.

Lily pertenece a la especie Mammuthus columbi, una variación americana más grande que el mamut lanudo. Este mamut se desarrolló en extensas regiones de pastizales donde las condiciones climáticas favorecieron su tamaño. De acuerdo con Pérez Roldán, se sabe que Lily estaba en etapa de lactancia y ya comenzaba a probar pastos, pequeñas ramas y hojas de mezquite, información obtenida gracias a estudios de isotopía.

Una de las interrogantes centrales es determinar a qué grupo genético pertenece. En Norteamérica se han identificado al menos dos halogrupos mitocondriales. El primero, identificado en mamuts de los llanos de Estados Unidos, se clasifica como 1F, mientras que otro grupo encontrado en la cuenca de México corresponde al 1G.

El equipo de investigación no descarta que Lily pueda pertenecer a uno de estos o incluso representar una variante distinta. Si se confirma un nuevo grupo, la información permitiría precisar fechas sobre la presencia de mamuts en la región y aportar evidencia sobre procesos de aislamiento y evolución en estos animales.

La posibilidad de clonar a Lily surgió a partir de que su ADN conservado tiene la calidad suficiente para ser estudiado en etapas más profundas. Para enero y febrero del próximo año se espera la visita de especialistas que colaborarán en la obtención del material genético necesario para completar el mapa de la cría. El proyecto se trabaja en conjunto con el investigador Federico Sánchez, de la UNAM, uno de los especialistas más reconocidos en paleogenómica en el país.

Pérez Roldán señaló que la clonación es un tema complejo y costoso. Laboratorios como Colossal Bioscience, en Dallas, ya desarrollan técnicas para recrear especies extintas como el mamut lanudo, y de lograrse dicho avance, el mamut colombiano sería uno de los siguientes objetivos. Sin embargo, la inversión necesaria se calcula en millones de dólares. Incluso si la clonación fuera posible, persiste la discusión sobre cuál sería su función ecológica o si terminaría en proyectos privados con fines temáticos.

El hallazgo de Lily forma parte de un conjunto de descubrimientos en Cedral, donde también se han registrado restos de lobos, leones de las cavernas, osos de cara corta, varias especies de caballos, camellos, llamas y aves que van desde pequeñas codornices hasta halcones y águilas, incluido un halcón pleistocénico ya extinto.

Para el investigador, el potencial científico del sitio es amplio. El proyecto que se prepara busca estudiar, desde la paleogenómica, a todas las especies recuperadas en la zona para entender su origen, su diversidad y su relación con los procesos ambientales del Pleistoceno. En el caso de Lily, el objetivo inmediato es determinar a qué linaje pertenece y, con ello, completar una pieza más en el rompecabezas de la megafauna que habitó el Altiplano potosino.