El doctor Marco Cárdenas Juárez, investigador, docente y responsable de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), participó en el Tercer Taller sobre Plataformas IoT para el estudio de la calidad del aire interior, llevado a cabo del 17 al 20 de junio en la Université Sorbonne Paris Nord, en Villetaneuse, Francia.
Durante el taller, el doctor Cárdenas Juárez presentó los avances del equipo potosino en el desarrollo de monitores de calidad del aire y su integración en redes de sensores inalámbricos. Explicó que este tipo de investigación surgió con fuerza a partir de la pandemia, cuando se hizo más evidente la necesidad de monitorear el aire en espacios cerrados, dado que las personas pasan entre el 80 y el 95% de su tiempo en interiores, como casas, oficinas, vehículos y aulas.
Señaló que el estudio de la calidad del aire interior va más allá del confort ambiental, ya que tiene implicaciones directas en la salud pública y la propagación de enfermedades respiratorias. Este esfuerzo se aborda desde un enfoque multidisciplinario que involucra áreas como la salud, las ciencias sociales, la electrónica y las telecomunicaciones.
Actualmente, la Facultad de Ciencias de la UASLP forma parte de un consorcio internacional de investigación sobre el Internet de las Cosas (IoT) aplicado a este tema. En él participan instituciones de Francia, España, Italia, Lituania, Finlandia, Albania y México. Desde San Luis Potosí, colaboran investigadores de la Universidad Nacional de General (UNG), del Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología (IPICYT), así como el propio doctor Cárdenas.
El trabajo de la UASLP se centra en evaluar las tecnologías de comunicación para transmitir datos generados por sensores instalados en interiores. Además, desarrollan sus propios dispositivos de monitoreo que se probarán en distintos espacios dentro de la universidad.
El doctor Cárdenas Juárez destacó que el reto es enorme, dado que la calidad del aire en cada habitación, salón o espacio cerrado debería ser monitoreada. Esto implica un despliegue masivo de dispositivos que deberán estar conectados entre sí, lo cual abre múltiples líneas de investigación y aplicación en áreas como inteligencia artificial, ingeniería y políticas públicas.
Finalmente, subrayó que este tipo de proyectos buscan mejorar la salud de la población desde un enfoque preventivo y tecnológico, con la expectativa de que, en el futuro, los espacios interiores sean más seguros y saludables para quienes los habitan.