Dr. Jaime Chalita Zarur
Septiembre 04, 2022
La falta de conciencia social está llevando al mundo por lugares, generalmente indeseables que causan problemas que por lo cotidiano, nos van pasando inadvertidos, hasta que, se nos vierten encima y, queremos dar marcha atrás, cuando, también, es ya difícil y lamentable.
Las lecciones que nos ha dejado, no solo la pandemia, también el abuso que hemos hecho del planeta y, para ello está de muestra lo que ha pasado con los océanos, nos ha cobrado facturas que empiezan a ser muy dolorosas.
La entrada a las escuelas, en San Luis Potosí, en formato completo, nos ha traído el recuerdo después de dos años, de lo complicado que se ha vuelto nuestra ciudad. La carga de vehículos es impresionante de lunes a viernes. La enorme fila de autos que muy temprano se deslizan por la Av. Salvador Nava es, para quienes somos potosinos y vimos aquella Ciudad llamada coloquialmente Pueblo Quieto, es una forma de recordar que así, ya no es. Las calles de San Luis Potosí, están llenas de tráfico, a veces innecesario.
Muchos gobiernos pasaron y, no se vio o, no se quiso ver, el crecimiento tan grande de nuestra Ciudad, lo que ocasionó, un retraso impresionante, comparándonos siempre con los demás estados vecinos. Siempre avergonzados de sabernos de nuestra Ciudad. Me disculpo por externar mi sentimiento y, respetaré el distinto. Hoy El progreso llegó, la pandemia lo detuvo, pero ahora lo recuperamos paulatinamente.
Ahora la Ciudad se reconstruye. Qué difícil es ganar la confianza de los ciudadanos pero, es una gran responsabilidad de quienes queremos servir y hacerlo de corazón, ganar esa confianza y responderle a los ciudadanos. Reconocer el engranaje que debería haber entre gobierno y gobernados, sería una gran ventaja. El progreso se tiene que dar de forma ordenada y consiente, en adelante.
El mundo tiene ya, muchos habitantes. San Luis Potosí ha crecido enormemente y necesita de todos. La exigencia ciudadana bienvenida a quienes gobiernan, el cumplimento de obligaciones, para dar ese derecho, igualmente.
Compartir nuestra Ciudadanía en igualdad de circunstancias, ahorrando males sociales, es obligado en un entorno de cortesía que nunca es difícil hacerlo, sonreír, menos.
¿Qué Ciudad queremos y reclamamos? La tenemos que construir entre todos independientemente de ideologías y colores políticos.
Es nuestra Ciudad y, así debería permanecer.
