Dr. Jaime Chalita Zarur.
Abril 15, 2024
Hemos llegado a la mitad del camino de estas campañas políticas rumbo al 2 de junio 2024. Me refiero a los candidatos que van por la conquista de las representaciones federales, quienes han recorrido ya, el estado de San Luis Potosí.
Nada nuevo en la mejoría de nuestro país. Las medicinas, la inseguridad, la educación, los asesinatos, los feminicidios, las ausencias forzadas; no hay mejoría en nuestra vida comunitaria. Sin embargo se miente con desfachatez.
El sufrimiento, igualmente de las madres buscadoras, no encuentra consuelo, ni siquiera en el discurso, al contrario, todo lo que no es conveniente para la administración federal, es descalificado y denunciado como la reacción de los conservadores, de los adversarios. La realidad que no les es conveniente, es negada y denunciada como un ataque a la persona. Grave error.
El dolor de los demás no cuenta y se miente con una tan gran facilidad que es criminal, engañando al pueblo bueno y sabio que se quiere mantener ignorante, no se encuentra alivio. El fuego, solo quema a quien le llegó.
El dinero que se les da, es para mantenerlos presos en la pobreza, jamás ha sido la intención la liberación de la persona para convertirlos en dueños de su propio destino económico. Se repite cada día, cada momento, diciéndoles que nos transformamos y que el país va muy bien, que la felicidad nos llega cada día y en ella vivimos. Mentira.
Recuperar el camino y retraso de la comunidad mexicana, nos costará a nosotros, quienes trabajamos cada día para salir adelante y, recuperar lo que en el espectro internacional, hemos perdido, nos costará años por venir y, no a los muy pocos que disponen de enormes cantidades de dinero que no trabajaron.
Aquello de las promesas de no inflación, seguridad, atención médica y medicinas, evitando la corrupción, barriendo las escaleras de arriba abajo, y la no impunidad, pero además de la famosa venta-rifa del avión presidencial, todo quedó en el olvido.
La impunidad presidencial, quedará premiada con seis años de retraso de quienes pensamos que había llegado la transformación de nuestro país, en un progreso que asegurara nuestro futuro exitoso, no llegó.
Lo recibido de nuestro país, se le debe a las personas que vivimos en México, el mismo que, ahora, ha dejado de ejercer su soberanía e independencia, por ideas trasnochadas de lujuria de poder.
La historia que habíamos escrito con nuestras conquistas de libertad y progreso, solo en el esfuerzo de quienes sabemos trabajar, quedaron en la nada, se esfumaron en la voluntad de una sola persona y sus allegados, enamorados de la embriaguez del poder.
@jaimechalita