Toño Martínez
Febrero 25, 2019
Política potosina en el peor embrollo frente a la renovación de la gubernatura para el 2021.
En medio del peor escenario político de su historia reciente, con partidos políticos desfondados como el PRI y el PRD, un PAN que se aferra a incluir figuras que debieran estar jubiladas, y entre todo ello emisarios del pasado como Horacio Sánchez Unzueta metiendo mano con un proyecto personalista y de espaldas al Revolucionario Institucional su cuna, no hay ni una luz que ilumine el camino hacia la gubernatura en el 2021.
Al Movimiento Regeneración Nacional, el partido de la atracción superficial cuya fortaleza popular son las políticas sociales de Andrés Manuel López Obrador, pero sin estructura que le garantice permanencia en el juego electoral, tampoco cimienta confianza sobre las figuras que pudiera presentar a la contienda… aún.
El Partido Revolucionario Institucional ni siquiera la dirigencia estatal tiene asegurada, pues está impugnada la elección de Elías Pesina Rodríguez y Yolanda Josefina Cepeda Echavarría como presidente y secretaria general, por el desaseo en el proceso que los llevó a ese sitio.
Su designación se dio por un Consejo Político Estatal ilegítimo porque sus integrantes jamás rindieron su protesta como tal, y hubo quienes ni siquiera pertenecen a ese órgano pero “votaron” por ellos.
Incumplieron hasta en los requisitos de participación, uno de los cuales exigía que los aspirantes a los puestos directivos tuvieron cubierto el pago de sus cuotas, y en la lista de los que estaban en orden no aparece Elías Pesina.
El proceso, la elección está impugnada por Alma Ruth Castillo y Raúl Cruz, y pasó de los órganos internos del PRI al Tribunal Electoral.
En la otra esquina, el viejo artífice del maquiavelismo priista, el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, está entregado a establecer una alianza con el Delegado Metropolitano de Morena, Leonel Serrato Sánchez para seguir operando negocios.
En ese contexto siembra la idea de que Serrato Sánchez sería el candidato “natural” a la gubernatura, por Morena. Ya no le interesa cuidar como en antaño su figura de rancio abolengo priista, sino sus intereses económicos.
Por lo que al PAN respecta, salvo una que otra figura de relativamente nuevo cuño, y sin mucha oferta a la gubernatura, recurre a figuras muy placeadas como Sonia Mendoza Díaz, Alejandro Zapata Perogordo, Octavio Pedroza Gaitán, y al huasteco Xavier Azuara Zúñiga, aunque le abre también camino a Xavier Nava Palacios actual presidente municipal de la Capital del Estado.
Una pieza más que tampoco tiene solidez aunque si hará ruido es Ricardo Gallardo Cardona, de indefinición partidista pero conocido al menos, tendría que superar un complicado laberinto para avanzar hacia la primera magistratura.
Mientras tanto los del PRI, que comienzan a sacar la cabeza como Fernando Chávez, Sara Rocha Medina, de nuevo Juan Pablo Valladares, y Carlos Jiménez Macías –este último por su cuenta y riesgo “auto destapado”- no despiertan el interés ciudadano y ese vacío de pasión que en otros tiempos calentaba el tablado electoral potosino, no parece que podría ser llenado con perfiles atrayentes para el 2021.
Ah pero como dice el viejo dicho: “Sin Gobernador no nos quedaremos “. Solo hay que escoger al menos malo, pero. ¿Dónde está?
