Dr. Jaime Chalita Zarur
Marzo 27, 2021
En las próximas elecciones intermedias de nuestro país, deberían votar por primera vez alrededor de 5 millones de jóvenes por primera vez. La responsabilidad cívica es enorme para ellos. Una generación que vive las libertades conquistadas en muchos años de lucha ciudadana, pero que, están en peligro de desaparecer. Los pretextos, no faltan y los engaños de perderlas, son muchas.Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, reza el dicho popular.
Por donde quiera circulan mensajes que nos invitan a no perder las amistades, cambiándolas por desbordadas pasiones indecibles, a la par que, instintos políticos indeseables, hacen su aparición. Tendríamos que entender cómo nos asociamos y somos interdependientes de los demás y, ser solidarios con los componentes de nuestra sociedad, para saber que no nos convienen alejamientos personales. Por el contrario, hacer compromisos, aparte de con los interesados en ser nuestros representantes, también, con los mismos componentes de la sociedad.
Las deudas sociales son interminables, pero aún así, los mexicanos seguimos sin entender que es muy inconveniente pelear, frente al poder público, pues es lo conveniente para sus fines de poder, defendiendo a una o, varias personas que realmente no conocemos, ni tampoco, nos conocen.
Vienen las elecciones intermedias en nuestro país y, generalmente no despiertan tanto interés por participar, aun cuando en nuestro Estado, estaremos eligiendo a la persona que será gobernador de San Luis Potosí, poniendo en apuesta el destino común, por otros seis años. No hemos logrado tener gobiernos que estén del lado de la ciudadanía, para tener visiones de 30 años o, más, para crecer en el mismo sentido. En lugar de ello, nos han reinventando las administraciones públicas cada tres o, cada seis años.
Con la indiferencia de participar, y aparte la pandemia, aparece el temor de hacerlo, de ir a votar, y peor, con una sociedad idolatrando a políticos que nos han hecho de todo históricamente, pero aún mas, pelear entre nosotros, nuestro destino común parece estar escrito, y no propiamente en los mejores términos.
Sin embargo, tenemos que echar andar la maquinaria cívica y la conciencia social para dejar de ser rehenes de un sistema que nos ha salido a deber mucho. Votar, recuperando la División de Poderes en México, puede ser una esperanza de retomar una verdadera democracia y, conservar las libertades que han costado vidas, literalmente.
Los equilibrios llamados independientes, como el Banco de México, el Instituto Nacional de Acceso a la Información, el Instituto Nacional Electoral, por ejemplo, son instituciones que hemos conquistado desde la sociedad; hoy en peligro de su extinción, pero que, nos sirven para equilibrar el poder de Mexico. El Congreso de la Unión debe ser nuestra conquista cívica, defendiendo la verdadera División de Poderes de nuestro Mexico.
Los gobiernos tiene esencialmente dos funciones: cobrar impuestos y, repartir el dinero de todos, el dinero público.
