Las candidaturas de quienes desean cambiar el rumbo no llegaron

Dr. Jaime Chalita Zarur

Febrero 13, 2021

La sociedad se pierde, reclama el sentido comunitario pero, realmente no lo quiere. Ahí es donde se cuelan los intereses espurios y las ansias por el dinero público y el poder que representa. Aparece la mezquindad, las ganas de quedarse con las pertenencias comunes, las de todos.

Los partidos políticos, todos, viven del dinero público, del que pagamos a través de impuestos y que sería un dinero, aunque muy caro, necesario, que debería asegurarnos una democracia efectiva, una relación social satisfecha en el bien común, responsabilidad de exigencias gregarias, y desde luego un país que sea verdaderamente de todos y no de quienes pretenden representarnos, pero que, jamás lo han hecho.

El hartazgo de quienes vivimos en este, nuestro México, es enorme de quienes trabajamos, mujeres y hombres, sosteniendo al País, muy enfadados, deberíamos estar, de las triquiñuelas, artificios al margen de la ley, de quienes en desayunos, comidas y cenas a expensas del dinero público, llegan a acuerdos a espaldas de la ciudadanía, componen el tablero electoral o, electorero, para dejar la opción, marcadamente a propósito, dirigida por quien votar. Perversas las acciones, pragmáticas y sin valor ético, menos moral.

Sin importar estar ante el desprestigio de las acciones corruptas de muchos impresentables, aun así, luchan encarnizadamente por tener una orilla de juego político en los diferentes partidos, y estos, ceden ante la traición, una vez más, a la sociedad.

Las candidaturas de ciudadanos que desean cambiar para bien el rumbo del país, no llegaron. Aun cuando las deudas sociales de los partidos políticos, se acumulan con enorme desvergüenza, cuestionados políticos, a pesar de lo que nos han robado, ferozmente pelean por seguir siendo lacras del sistema sostenidos por todos los que trabajamos.

Lo que hemos visto en la semana que terminó, es increíble. Los enemigos jurados, en la arena política, pero igualmente en lo personal, se reconcilian de la forma más miserable para asistir juntos y fortaleciéndole, a una contienda electoral, de la cual habían sido derrotados preliminarmente. Buscaron refugio de limosna. 

Pero qué difícil, tratándose del ego y la soberbia de las personas para aceptar una derrota en donde se compite, pudiendo ganar o perder, y al perder se busca, cómo seguir adelante, aún a costa de la traición y lo abyecto.

Siguenos