Dr. Jaime Chalita Zarur
Abril 06, 2019
La migración Mundial, está por cambiar todo a nuestro derredor. Para los migrantes, nada se interpondrá entre ellos y su destino. Una y otra vez lo intentarán.
¿Pero no es el Mundo para la creación? ¿Debe seguir valiendo la conquista brutal de cualquier espacio en nuestra Tierra, marcando fronteras artificiales y a capricho del conquistador? El cambio de esta Era nos hará víctimas, si no se hace con orden.
Había escrito en pasadas semanas que, la geopolítica está por cambiar en torno a las decisiones de unos cuantos, influenciada por muchos, en búsqueda de mejores formas de vida, lo cual es legítimo pero, debería ser igualmente legal o, cuando menos en orden, para no caer en la anarquía.
Las enormes caravanas de migrantes, en número de personas que, salen de sus hogares y dejan sus países, queriendo no volver, ante la ilusión de alcanzar mejores forma de vida, empieza a ser muy incómodo para menos del uno por ciento de la población mundial que está al frente de los destinos de más de siete mil millones de personas en la Tierra.
Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador, tienen en común el enorme número de personas que salen de sus territorios y abandonan formas de gobierno que en su momento los nacionales de cada uno de estos países, eligieron y que ahora no responden a las necesidades de la población, pero que, fueron ellos en su mayoría, quienes eligieron el sistema político que les prometió, tener más y salir de la miseria en la que muchas mujeres, niños, niñas y hombres se encuentran, aún a esta altura de la historia.
La actitud permisiva del inicio del sexenio, fomento los ánimos para que más y más personas salieran de sus hogares y vieran como una opción, a nuestro País, para trasladarse a la Unión Americana. Los múltiples problemas por los que nuestra Nación ha pasado y, los peligros que corren familias enteras, se ha convertido en una injusticia social.
Las aspiraciones de la gente en tremenda travesía, ponen en peligro sus vidas, pero igualmente, la de los demás. El Mundo debe cambiar para atender las necesidades de miles de millones de personas en necesidad pero, con orden y respeto.
Las promesas del Gobierno Federal, para regularizar su estancia en México y, además de ofrecer trabajo, se traducen en injusticia social, especialmente para el Sureste de nuestro País. La zona más deprimida económicamente está ahí, Oaxaca, Chiapas, Tabaco, precisamente por donde marchan los migrantes.
¿Qué pasará con toda esta gente que, cuando se den cuanta y caigan en la realidad de que tales oportunidades y fuentes de empleo, no están, no existen? Cuando él hambre les apriete y, sobre todo a las criaturas menores, seguro está, que harán lo que sea por alimentar a sus familias aún, cuando la hospitalidad mexicana pueda aliviar sus necesidades, nunca será suficiente.
Por otro lado, como llevar y, perdón lo crudo de la expresión, bienestar a los demás, antes que a los propios mexicanos. Queriendo ser humanista, ¿cómo hacer para alcanzar y ayudar? aun cuando la voluntad sea esa, cuando desde la Presidencia, todos los días se nos dice que en México no sirve nada del pasado y, que el dinero no está en donde se creía. ¿De verdad la Cuarta Transformación es real? O, solo querer trascender a Costa de lo que sea.
Las expectativas del discurso son tan elevadas que, será mucho muy difícil cumplir lo que se promete. Las ilusiones se quiebran y la esperanza de la justicia social se apaga con tristeza. Los sueños se hurtan.
La amenaza de cerrar la frontera del Norte; el hacer más lento el tráfico legal de mercancías; volver una y otra vez al muro del Presidente Trump, son presiones que deberíamos haber adivinado antes de ejercer o, quiere ejerce la generosidad que puede hacernos daños a todo nuestro País. El orden se rompe y al hacerlo lo ilegal y la aplicación selectiva de la ley nos divide.
La población mundial, sus miles de millones de habitantes, no pueden seguir aguantando las dirigencias de algunos cuantos que han abusado de los demás, quedándose con mucho en pocos, provocando hambre y miseria en muchos.
A partir de las caravanas de Sur, con dirección al Norte, cambiarán la geopolítica, las fronteras y las decisiones centralistas, igualmente pero, deberá ser con orden y apegados a la ley, so pena de caer en anarquía que mata y arrebata.
