Lecciones que dejó el 6 de Junio

Miguel Ángel Guerrero Arriaga

Junio 10, 2021

Ya pasado el fragor de las campañas políticas, así como la jornada comicial es evidente que las elecciones del 6 de junio dejaron algunas lecciones dignas de tomarse en cuenta por el impacto generado en el comportamiento colectivo, las confusiones provocadas y la pérdida de credibilidad en algunas instancias electorales.

La principal y quizás el más evidente aprendizaje que dejaron los procesos electorales es el de que no se debe cantar victoria antes de tener los resultados oficiales en la mano como le pasó al autoproclamado vencedor Ricardo Gallardo Cardona al hacerlo con datos no oficializados con lo que dio lugar a que procediera la impugnación del coalicionista Octavio Pedroza Gaitán del tal manera que el CEEPAC ordenó que se realice el recuento de votos en el 74% por las urnas que está a punto de extenderse al 100% con el riesgo de que llegue a modificarse el resultado inicialmente difundido.

Otra lección que habrá de tenerse en cuenta en procesos electorales futuros consiste en la inutilidad demostrada de tratar de restar fuerza al contrario a base de emprender campañas de desprestigio contra los rivales mediante la dispersión de chismes y guerras sucias en medios de comunicación lo que a su vez evidenció que no hay dueños de la verdad absoluta por muy acreditados que se digan.

Asimismo, dejó para aprender el hecho de que como en los anteriores procesos la compra de votos imperó, práctica que, por lo visto llegó para quedarse pues cual más cual menos candidato acudió a dicha artimaña con el fin de asegurarse los votos en su favor que las arcas de campaña le permitieron.

También quedó la evidencia de que una sociedad conservadora como la potosina no es tan repelente a que lleguen a candidaturas gubernamentales personajes ridículos como el tecmol José Luis Romero Calzada y Adrián Esper o cualquiera con las relaciones partidistas y los recursos económicos necesarios para adquirir una.

Otra lección de suma importancia que dejó la jornada del pasado domingo consistió en el hecho de que la postulación por el partido en el poder equivale a tener garantizado el triunfo electoral como muchos de los que compitieron por Morena pensaron que ocurriría como en los tiempos de gloria del PRI lo que comprobó y sufrió en carne propia la doctora Mónica Liliana Rangel Martínez.

Por otra parte ante la indefinición en que se encuentra el resultado de la elección de gobernador y por iniciar el recuento del 74% de las urnas se instaló una pésima impresión por el apresuramiento de las autoridades electorales al salir públicamente a anticipar un posible resultado favorable a Gallardo cuando los cómputos oficiales apenas empezaban, lo que contribuyó en mucho a sembrar la confusión y enrarecer el clima político.

Así entonces hay que aprender de las lecciones que dejó la elección del 6 de junio.

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