Legalizar autos “chocolate” es benéfico o perjudicial

Toño Martínez

Abril 30, 2019

Subcomisión para legislativa para diseñar el proyecto quedó formada  

En medio de una intensa controversia comercial, ambientalista, social y económica, la Cámara de Diputados comenzó – en acatamiento a un compromiso de campaña y ratificado como presidente, de Andrés Manuel López Obrador– a construir un proyecto de ley para regularizar vehículos de procedencia extranjera que han entrado ilegalmente al país durante muchos años.

El tema lleno de aristas está en manos de la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte que encabeza nada menos que Rubén Moreira del PRI, que a su vez descargó en una Sub Comisión de Regularización de Autos Extranjeros la elaboración del plan para cumplir la promesa.

De concretarse como todo apunta para el mes de mayo, el decreto para legalizar los millones de carros “chocolate” que existen en el país y con mayor énfasis en estados como Chihuahua, Durango, Tamaulipas seguidos por San Luis Potosí, Baja California y Sonora, obtendrán el estatus de ley para circular libremente y entonces el espejismo de haber adquirido un auto “barato” en Estados Unidos terminará porque enfrentarán tremenda carga fiscal.

En San Luis Potosí se estima que circulan cerca de 100 mil vehículos “chuecos” amparados por agrupaciones como la CNC, Unión Campesina Democrática, ONAPPAFA y otras más.

Como dice el dicho popular, “Lo barato resulta caro” y cuidado; en Estados Unidos un vehículo tiene un promedio de vida útil de 13 años.

Después de ese tiempo son considerados chatarra por el deterioro mecánico y provocar abundantes contaminantes.

Entonces son los que llegan a México por dos vías: pagando impuestos de importación como usados, o metiéndolos de contrabando como sucede principalmente.

Pero bueno, si un auto de este tipo es legalizado, viene la otra parte que contradice la teoría de lo barato.

El propietario, quedará sujeto a una serie de impuestos como el Impuesto al Valor Agregado o IVA (16%) por cualquier servicio, compra de refacciones, mano de obra etc.; por derechos, placas, licencia de manejo si es que no la tiene; tarjeta de circulación, refrendos y a cómo van las cosas pronto también tendrán que someterlo a verificaciones de emisiones contaminantes y pagar por ello.

Si lo va a vender pagará la baja y el comprador el cambio de propietario y plaqueo.

Vamos entendiendo que lo barato está resultando muy caro.

Ahora, las tendencias del Gobierno tanto federal como estatales, son reducir las emisiones contaminantes porque aumentan aceleradamente el cambio climático con sus consecuencias nefastas como calentamiento, distorsión de periodos de lluvia, incremento de los rayos UV que pueden causar problemas de la vista o quemaduras de la piel, incremento de plagas, sequías, desastres agrícolas y entonces las medidas para el control de polución serán mucho más radicales.

Significa que los dueños de un auto “chueco”, tendrán que enfrentar una vez legalizado, constantes revisiones que cuestan.

Desde el punto de vista económico, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles se ha opuesto sistemáticamente a que los vehículos de contrabando se legalicen, porque se les quedan los autos y eso pega directamente al empleo y la economía.

Es común ver que infinidad de personas que compran un vehículo “chocolate” son de medianos o bajos ingresos, y no están en condiciones de costear su mantenimiento. Por eso al final los dejan abandonados en talleres, los rematan para autopartes o lo dejan en cualquier calle.

Claro, las organizaciones que fomentan la compra y circulación de autos “chocolate” al “ampararlos” con una calcomanía para no ser detenidos, no informan a sus asociados de los riesgos, solo centran su “apoyo” en entablar convenios con Gobiernos para la libre circulación y cobran cuotas periódicas para su defensa.

Con el proyecto de ley para su regularización, convendría que les advirtieran a lo que se expondrán y valoren la conveniencia o no de poseerlos.

Que es la única forma para gente de bajos recursos cuente con un “carrito”, porque los nacionales son muy caros y esas personas no son sujetas de créditos bancarios para comprarlos puede ser cierto, pero a la larga las cosas pueden ser adversas.