Dr. Jaime Chalita Zarur.
Febrero 04, 2024
¿A dónde se fueron los mexicanos que nos importaba el buen decir y el buen hacer? ¿A dónde se fue nuestro México? El de todas las personas que vivimos en este gran país.
Cada día circula en nuestra Ciudad Capital, sin ganas de compartir los espacios comunes, la mayoría de quienes conducimos, más o menos que oscila alrededor de un millón de autos en la zona Metropolitana, tratando de llegar a los centros de trabajo, pasar por las criaturas a la escuela, llegar a la cita programada, en fin a los lugares que debemos llegar, la mayoría de las personas sin importarles que pase con los demás.
En la CDMX, es muy común ver cómo en las muchas vialidades de la Ciudad, se acumulan autos circulando y realmente circulando tan lento que, muchos automovilistas son blanco de personas que se dedican a los asaltos, aprovechando la distracción de las personas o, el estado de indefensión para quitarles sus pertenencias. En nuestra Zona Metropolitana, no estamos lejos que nos suceda, aparte de los motociclistas que se dedican al asalto.
El último día de enero de este año, se da una manifestación, otra, pero está colapsando una de las carreteras más ocupadas, como es la México-Querétaro. Cansados de tantos abusos en la soledad de las carreteras; igualmente dejando sin oportunidad a muchas personas de poder cumplir con sus agendas.
Tanto en la CDMX, como en las carreteras estas personas que sufren atracos, en la medida de sus posibilidades, han empezado a defenderse, tratando de escapar de los delincuentes o, de plano ir en contra de las agresores atropellándolos, aún chocando en contra de los autos que sirven para los latrocinios.
Cuando se pierde el control en la seguridad de nuestras carreteras, como en muchas de ellas se han perdido en nuestro país, el peligro de nuestras libertades de traslado, se ha puesto en enorme riesgo, dejando una impunidad creciente y, campo interminable para el abuso de los criminales, muchos de ellos sin castigo.
Me queda muy claro que en nuestro estado y sus municipios, crece el conflicto de los traslados con la falta de alternativas donde circular los autos y el creciente número de ellos, en nuestras calles. La fabricación de carros es exponencial y la circulación de autos irregulares sin placas que los identifiquen formalmente, es igual.
Finalmente, las calles son propiedad de quienes habitamos las ciudades y, darnos cuanta de ello y más aún, ser consientes de que todos tenemos derecho a ocuparlas, nos obliga civilizadamente a ser educados y compartir los espacios públicos. Muy seguramente si las vivencias que relato, siguen, habremos de ocupar el auxilio de quienes están a nuestro alrededor.
Y es que la defensa entre ciudadanos de bien, cada día es más necesaria. Los Policías hacen su esfuerzo la mayoría pero, es imposible tener un vigilante para cada uno. Así habría que prevenir y hacer causa civilizada para compartir nuestras vialidades.
El cuidado entre los ciudadanos de bien es vital
@jaimechalita