Toño Martínez
Septiembre 12, 2024
¿Ya para que lloran cual plañideras de velorio lo que nunca se prepararon para defender? El PRI, PAN y el extinto PRD no supieron hacerle frente al tsunami político de MORENA y sus satélites el Verde y el PT y ahora ni el Chapulín Colorado los puede ayudar.
Y vaya que fueron aplastados por un movimiento que no partido, pues carecen de estructura e ideología y eso debiera darles más vergüenza pues PRI y PAN traen linaje de pensadores no de populistas.
Pero se dedicaron a lo único que les enseñaron a ser sus verdaderos dueños, el poder político y dejaron de lado el humanismo y el servicio a la gente para caer en cuidar solo intereses de grupos.
Ni MORENA ni López Obrador son más inteligentes y poderosos en dominio de masas y ejercicio político que los partidos, pero provocaron la saturación de la gente por conductas antipatriotas, antidemocráticas, antiservicio que los hizo caer en la triste figura que ahora son con todo y lo que le dieron al país.
Por eso la alharaca de López Obrador entroó omo cuchillo en mantequilla entre los mexicanos para apoyar ese régimen de futuro incierto.
Un sistema centralista de tinte dictatorial como el de López y el que viene de Claudia no garantizan seguridad, paz, orden, justicia imparcial, salud y menos un país en progreso para todos.
La famosa igualdad y acabar con la pobreza que pregonan es un absurdo pues esos regímenes suprimen lo que si garantiza progreso, economía, empleo, ascenso e igualdad pero en bienestar no en pobreza, como son el libre mercado, inversión privada, la competencia.
Los partidos vieron pasar por sus pupilentes el nacimiento de un engendro político pero ni por enterados de dieron por dedicarse a defender su “lifestyle» o estilo de vida como dicen en Estados Unidos.
Sus chillidos prometiendo cambiar las cosas para salvar a México son como dice el refrán, «patadas de ahogado» y esas frases subjetivas a nadie impresionan.
Como dijo la sultana Aixa a su hijo Boadvil cuando salió del reino de Granada tras siglos de dominación Árabe y se puso a llorar: “No llores como mujer lo que no pudiste defender como hombre.”
En México la única esperanza contra una dictadura es la sociedad civil cuando alcance la capacidad de organizarse sin tutelajes políticos para defender lo que nos están arrebatando, ejemplo el Poder Judicial porque el legislativo ya lo tienen.
