Toño Martínez
Septiembre 22, 2023
Nunca pensó el presidente Andrés Manuel López Obrador que dos rayitas cruzadas entre si se convertirán en la peor pesadilla a su intención de construir un maximato en México, y ahora aunque quiere, no puede borrarlas y ya las encuentra hasta en la sopa formando una espantosa ‘X’ como decía Chabelo en su programa dominical «En Familia» sobre juegos de suerte.
Esa «X’ de Xóchitl, representa para el dueño de MORENA la incógnita de álgebra política que no pueden resolver y en cambio, para millones de mexicanos significa que como en los viejos mapas, la marca del lugar donde está enterrado un tesoro, un baúl repleto de esperanza, libertades, fraternidad, respeto, un horizonte mejor para la unidad y nuestros valores e identidad resquebrajados por el odio, la misoginia, el insulto a los pobres y aguerridos trabajadores informales vendedores de tamales, gelatinas, flores, tacos, raspados o frutas, como hizo al burlarse de Xóchitl Gálvez en una mañanera imitando a una persona sobre un triciclo mientras gritaba «tamales, tamales…tamales» en alusión a Xóchitl Gálvez tratando de exhibir que una persona así no puede ser Presidente de la República.
Lo hizo para compararla con Claudia Sheinbaum de quién dijo «ella si está preparada, es una científica, es mejor que yo’.
Menospreció otra vez a la esforzada gente del pueblo y la evidencia quedó grabada.
Bueno pues la espantosa «X” le salió además ladina, esa otra palabra que utilizó al referirse a los que sabía que votarían contra sus candidatos a alcaldías que perdió MORENA en la CDMX.
Supuso que decirles ladinos era insultarlos, humillarlos; en su limitado intelecto no sabía López Obrador que ladino significa persona que actúa con astucia y disimulo para conseguir lo que se proponga.
Esa espantosa »X» es la que carga en la espalda y por más que arreció la campana negra para descalificar a Xóchitl Gálvez nomás no puede frenar su popularidad.
Y miren que dramático es mirar como mientras la científica -su candidata- se esfuerza más cada día por pronunciar mensajes electorales y su rostro se desdibuja en una sonrisa que no es sincera, la espantosa «X’ emana chispa con su lenguaje pueblerino, frescura agilidad mental y empatía.
Tal vez Claudia pudiera ser una buena competencia para la espantosa «X” pero la tutela de Andrés Manuel la empaña.