Toño Martínez
Septiembre 16, 2019
En la primera entrega de la presente investigación, dejé en claro que la existencia de fantasmas, espíritus o entes de distintas características y misiones es una realidad cada vez más aceptada por la ciencia y expandida por el Mundo.
No son como se suponía, producto del miedo e ignorancia de épocas oscuras de la humanidad, cuando se atribuía a ángeles, deidades o demonios aquellos sucesos que resultaban incomprensibles para la lógica de épocas ancestrales.
Para la ciencia, un espíritu no tiene cabida pues para la física por ejemplo solo es aceptado aquello que se sustenta en hechos concretos o empíricos comprobables, y en este caso son entes subjetivos.
Para filosofías orientales, los fantasmas buscan ser reciclados para recuperar su condición humana.
La aceptación más generalizada es que se trata del alma o espíritu de personas fallecidas – en algunos casos también se admite que pueden ser de animales- que por diversas causas quedan atrapados cuando esta muere, en la cuarta dimensión, o en el purgatorio.
En la psicología se considera al fantasma o espíritu una superstición alimentada en la creencia de la vida eterna.
Pero, solo en Estados Unidos, una de las sociedades más avanzadas en ciencia y tecnología, el 35% por ciento de sus habitantes cree en los espectros y en la vida eterna.
Tan es así que el país es uno donde más fenómenos paranormales ocurren y son tema de documentales, series y películas de horror.
La misma Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA), creó un departamento especial para investigar los misteriosos fantasmas que diversos astronautas observaron y naves espaciales como Junos, han captado en el espacio y planetas.
En el programa Salyut de Rusia, tres cosmonautas que estaban a bordo de la estación espacial Salyut 7, en el día 158 de su estancia de -12 de Julio de 1984, presenciaron algo que describieron como maravilloso y una hermosa experiencia. Luego de que una luz anaranjada rodeo la estación, descubrieron siete angelicales figuras resplandecientes, de tamaño colosal, aladas que durante unos 10 minutos flotaban observándolos.
Describieron en su informe que medían como 25 metros de estatura y tenían rostro humano que los llenó de profunda paz.
Volviendo a la clasificación de espectros, ocupa el primer lugar el Poltergeists, considerado entre los más violentos, sangrientos y lleno de maldad y odio hacía los seres humanos, con poderes demoniacos para causar enorme daño.
Son entes capaces de posesionarse de personas para cometer atrocidades, o pueden conducir a muertes espantosas.
Otra característica del Poltergeits es que además de sembrar el terror destruyendo objetos o elevando a personas por los aires, no pueden destruirlos ni quemando los restos de la persona de donde proviene, como si puede suceder en otros casos de espectros que más adelante, en la tercera entrega describiremos.