¿Los gobiernos que se merecen o los que se le parecen?

Filiberto Juárez Córdoba

Septiembre 07, 2024

LOS TIEMPOS POLÍTICOS actuales hacen rememorar expresiones de siglos anteriores que están muy actuales. Joseph de Maistre, decía que “cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”. André Malraux, años después, afirmó que no es que “los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen”. Más radical, José Martí, señaló: “Pueblo que soporta a un tirano, lo merece”. En una sociedad democrática, siendo la voluntad popular el origen del poder, la gente no puede quejarse de los malos gobiernos pues ella misma los eligió, dicen algunos. Sin embargo,  cuando el gobierno es democrático e institucional, regulado por un marco de leyes, la ciudadanía tiene el derecho de cambiar periódicamente, lo que hay que cuidar entonces son las instituciones y las reglas que garantizan los equilibrios y evitan los abusos, la fundamental es la división de poderes. Eso lo debemos entender todos. Cada poder tiene sus facultades y cada poder debe respetar al otro. Eso es lo que está en juego en la actual polémica. Si se argumenta, para justificar los cambios pretendidos, lo que ganan los ministros, magistrados y jueces, habrá que ver lo que ganan, realmente, los integrantes de los otros dos poderes. Si el objetivo de nombrar por voto popular a los integrantes del Poder Judicial, es evitar la corrupción,  habrá que ver porque esa fórmula no ha evitado las corruptelas de los que han sido electos para formar parte del Legislativo y, sobre todo del Ejecutivo.

ES CIERTO que la Constitución contempla cambios, adecuaciones y reformas, pero también lo es que para todo hay procesos y debe haber diálogos y consensos entre las fuerzas política y los sectores sociales, pretender una reforma de grandes alcances al término de un periodo gubernamental, además de inconveniente suena ilógico, porque el que propuso los cambios ya no va a estar al frente del gobierno en que se van a aplicar. En todo caso, que se deje la discusión abierta y con responsabilidad social se analicen las propuestas y se hagan los ajustes necesarios, para que las cosas salgan mejor y cumplan los objetivos. A lo mejor no saben que para lograr un cambio de estructuras, lo primero que hay que hacer es estructurar el cambio que se pretende. Una reforma, sin haber definido antes cuál es la nueva forma que se necesita, inminentemente va a resultar un adefesio. Si como decíamos antes, los pueblos tienen a los gobiernos que se merecen, viendo cómo está tomando las cosas debemos concluir que, nuestro pueblo cree que se merece un gobierno peor.

SI DE UN VOTO depende una votación crucial, hay que esperar que la congruencia se imponga y que cada uno de los senadores vote, no por consigna partidista, de facción o grupo, si no por conciencia, análisis y reflexión responsable. Si quieren apoyar a la nueva presidenta, que lo hagan sin entregarle un país en conflicto por el afán de demostrar que pueden imponer la mayoría que representan, sin tomar en cuenta que las mayorías en una democracia son relativas, más relativas de lo que ellos creen.

LOS QUE LO MEJOR para México es que la reforma no se apruebe, así sea por un voto, pero existe el temor que alguno de los 43 senadores que se han manifestado como oposición de su brazo a torcer y termine entregando la plaza con su sufragio, también puede darse una ausencia, por causas de fuerza mayor, muy mayor, o una abstención. Sin embargo, hay quienes dicen que igual preocupación deben tener los de la imposición, pues muchos de sus senadores, en corto, han dicho que tienen sus dudas sobre lo que sucederá y las consecuencias que tendría que pagar el país, por una decisión apresurada y mal tomada. Saben que tienen que seguir la línea, cumplir la consigna, pero que también puede haber saldos negativos para ellos. Si alguno decide no seguir al rebaño, dicen, hasta un favor le estará haciendo a Claudia Sheinbaum, porque podrá retomar el tema ella, ya en su gobierno, pero haciendo política y buscando una verdadera participación ciudadana. 

EL SISTEMA DE SALUD de México, no es igual al de Dinamarca, es mejor, es el mejor del mundo, Andrés Manuel López Obrador, en su informe de gobierno. Las reacciones fueron de todo tipo, desde los que lo aplaudieron, los que se burlaron y los que tomaron la frase de manera divertida, haciendo circular chiste y memes de todo tipo. Él lo dijo muy convencido. NOSOTROS DECIMOS:

Ante lo que AMLO remarca

Exclamó la multitud,

En materia de salud,

¡Qué jodida está Dinamarca!

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