Los horarios de la infidelidad

Toño Martínez

Febrero 15, 2019

Para la mujer casada el matutino es más “cómodo”; para empleados de tiempo corrido el vespertino y para los más audaces el vespertino-nocturno.

Atribuible a libertinaje, romance apagado, falta de entendimiento con la pareja, insatisfacción emocional y sexual, -o como ocurre ahora gracias a las páginas cibernéticas de citas- por “probar la aventura”, lo cierto es que la infidelidad femenina casi nivela a la masculina y ello dio lugar a que los moteles distingan tres horarios para las “canitas al aire”.

De acuerdo con una investigación tiempos para los encuentros prohibidos son los siguientes:


Para las mujeres casadas, de 8 y 8:30 de la mañana a las 11 horas.

A esa hora, la mujer casada le sobra oportunidad. Deja a sus hijos en la escuela, el marido o pareja trabajan y dispone de dos horas mínimo para la aventura y hasta les queda tiempo para ir al mercado o tiendas de autoservicio para comprar lo que harán de comer.

El segundo horario cuando el alquiler de habitaciones moteleras sube es de 3:30 de la tarde a 5 o 6, que generalmente acomoda a ejecutivas, ejecutivos, gerentes, funcionarios y empleados de tiempo corrido para los encuentros amorosos.

Recurren como justificación a no llegar temprano a sus casas, a que tuvieron que quedarse en su chamba porque no les salían las cuentas, una junta o un seminario.

Y, el tercero, considerado para los y las más audaces, es de 7 de la tarde y 8 de la noche a 21 horas, cuando ambos bajo cualquier pretexto dejan su casa y corren a los brazos de su romance clandestino con el argumento de visitar a la comadre, tomar café con las amigas o comprar “cosas de las tareas de los niños”.

De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y de la Psicóloga y Terapeuta Rosario Linares, el índice de infidelidad femenina se ha disparado notablemente, y es la causa una de rompimiento de parejas, angustia y depresión.

Ente los factores que llevan a una mujer a buscar “el amor” fuera de su hogar están el vacío sentimental es decir, falta de comunicación con su pareja; el querer sentirse deseada y reafirmar su feminidad porque suponen que ya no son atractivas a sus parejas.

Otros son venganza por haber sido traicionadas por sus compañeros, insatisfacción sexual y todo por ello ceden con extrema facilidad a cualquier insinuación masculina.

Cierto, contrario a los hombres, una mujer infiel carga por más tiempo un complejo de culpa y remordimiento, sobre todo porque su sensibilidad de madres las lleva a reflexionar sobre el daño que puede hacer a sus hijos.

Para los hombres, la infidelidad se debe generalmente a reafirmar su machismo, pues es creencia que entre más mujeres tienen su hombría aumenta. Además son tan propensos a sentir culpabilidad.

Sea como sea, el fenómeno de la infidelidad está destrozando matrimonios, dañando hijos, provocando crímenes y desolando hogares.

Los horarios de la infidelidad carnal confundida a veces con sentimental, no son suposiciones ni especulaciones, están fundados en las bitácoras de los moteles que son el escenario más frecuente del engaño. Cuidado.

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