Los melosos discursos de López Obrador y Trump

Filiberto Juárez Córdoba

Jueves 09 de julio de 2020

EN CONFERENCIA VIRTUAL, con jefes de sector y supervisores de todo el país, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, dio a conocer que el retorno a  clases será sólo en los estados donde esté en verde el semáforo epidemiológico. Que el calendario escolar se dará a conocer hasta que haya una fecha definida para la reanudación de clases, aunque el 10 de agosto sigue siendo la fecha referencial. En todo caso, tendrá que haber filtros, de acuerdo a lo que recomiendan las medidas sanitarias, en la casa, la escuela y el salón de  clases. Todos los planteles deben garantizar a sus alumnos y personal, agua potable y jabón. En referencia al problema de la obesidad, dijo que se debe a que no sabemos alimentarnos sanamente, pero que en las tienditas escolares no se prohibirá nada, la venta de ningún producto, el enfoque será el de la educación para cambiar la cultura del consumo y generar buenos hábitos alimenticios. Fue cuestionado sobre la Nueva Escuela Mexicana, expresando algunos de los conceptos que postula. La conferencia, según muchos comentarios, fue buena por la información de tiempos y medidas para cuando se dé el regreso a las actividades presenciales, pero en lo que se refiere a lo pedagógico fue una repetición de los conceptos que normalmente se han manejado. Lo destacable es que un secretario de Educación, diera directamente la información a unos 100 mil participantes, que es la cifra de  personas que se estima la siguieron, en lugar de estarla bajando a través de los diferentes niveles, pasando por un sinnúmero de directivos hasta llegar a los destinatarios, muchas veces con serias variaciones de interpretación.

MALORAS, IRREVERENTES, díscolos que no faltan, andaban diciendo que  el presidente de la república sigue cumpliendo su determinación de no usar cubrebocas y así seguirá. Para ir a Estados Unidos tuvo que ponérselo, les dijeron, hasta hay fotos que lo comprueban, para entrar allá si se lo puso. No, respondieron enfáticos, para entrar allá no le pidieron que llevara cubrebocas, le exigieron bozal. Bueno, pero la prueba del coronavirus sí aceptó que se la hicieran, aquí se ha negado siempre, comentó alguien. Aquí no es que se haya negado, es que aquí no la necesita. Es cierto, aquí tiene fuerza moral, no de contagio, según dice López-Gatell, allá quién sabe, mejor que se prevenga. Bueno, eso también puede ser cierto, pero la verdad, le aclararon, considera que aquí no lo necesita porque en México nunca ha salido positivo en nada. 

EL CASO ES QUE, Andrés Manuel López Obrador, visitó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para tratar asunto relacionados con el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como de la relación bilateral y temas de migración. Es el primer viaje de López Obrador, como presidente, fuera del país, y uno más de los encuentros  de mandatarios mexicanos, que se han dado desde Porfirio Díaz. En todos, o la mayoría, por cierto, el pueblo ha encontrado detalles chuscos y hecho bromas sobre las motivaciones, los detalles y los personajes. Antes eran chistes y caricaturas que se difundían por rumores y pláticas en corrillos placero cafeteriles, hoy son memes, la diferencia es que ahora circulan más rápido por las redes sociales de las nuevas tecnologías. 

LOS DOS MANDATARIOS, López Obrador y Trump, tienen personajes históricos favoritos, cuya actuación fue más o menos contemporánea. Benito Juárez y Abraham Lincoln. En este encuentro los hicieron presentes como referencia y se habló de ambos, tratando que estuvieran al nivel y tuvieran muchas afinidades, en su tiempo, como sus admiradores pretenden tenerlas ahora. Eso está bien, tanto Juárez como Lincoln, tienen méritos para hacerlos referentes importantes, pero en este caso, debieron revisar un poco fechas y sucesos, el presidente estadunidense que mucho ayudó a Juárez y a la república, fue el antecesor de Lincoln, James Buchanan. Durante la guerra de Reforma había 2 presidentes en nuestro país, Miguel Miramón, en México, y Benito Juárez, en Veracruz. En marzo de 1859, las tropas de Miramón, sitiaron Veracruz para someter al gobierno de Juárez. Estuvieron cerca del triunfo, pero el apoyo de la marina norteamericana a los juaristas lo impidió. Buchanan, reconocía a Juárez como presidente de México y su apoyo lo salvo. El presidente estadunidense intervino para fortalecerse, porque estaba buscando ser reelecto, igual que ahora Trump trató bien a López Obrador, por la misma causa. La reelección, sin embargo, la perdió, ante Abraham Lincoln, precisamente.  Vamos a ver qué pasa con Trump.

AUNQUE AFIRMÓ, Porfirio Muñoz Ledo, que el presidente se volvió a poner la banda presidencial, por el discurso que pronunció ante Trump, hay muchos sorprendidos por los conceptos que ambos mandatarios expresaron. Destilaron cordialidad y armonía y fueron de una magnanimidad extraordinaria en los elogios. Lo que pasa es que, ambos, andan con caídas notables en su popularidad y, ambos, están por enfrentar retos electorales de pronóstico reservado. Trump, el de su relección y, López Obrador, el de mantener una cámara de diputados afín a él, propia podría decirse, o al menos favorable, y conseguir que su partido obtenga buenos resultados en todas las elecciones en que participe. Así cualquiera se vuelve sensato, diría el pueblo sabio. Falta ver si los trucos les resultan. 

LO QUE DIJERON ambos recuerda aquello del obrero que andaba muy preocupado y triste porque en su fábrica habían fallecido dos personas, un jefe que era muy conocido y otro compañero. Lo que más me angustia es que no sé quién es el otro difuntito, decía. De donde sacas que se murieron dos, nomás fue el jefe, le explicaron. Fueron dos, insistió, que no vieron el aviso, ahí dice bien claro que se murió el jefe y con él se fue un gran trabajador, ¿Quién sería ese? También lo del orador fúnebre, que ante el féretro, dijo con énfasis: “estamos depositando en la madre tierra, un hombre honesto, trabajador cumplido, esposo fiel, padre ejemplar…”, hijos, dijo en ese momento la viuda, asómense a la caja, parece que nos equivocamos de muerto. 

PARA QUE SE DEN una idea, esta es una de las frases que pronunció, López Obrador, “En vez de agravios hemos recibido de usted comprensión y respeto”. “La relación de Estados Unidos y México nunca ha sido tan estrecha”, fue una de las de Donald Trump. Qué bueno que eso fuera cierto, pero como decía una señora de mucha edad, cuando los hombres –y las mujeres también, agregaba- dicen palabras bonitas y dulces es porque algo quieren conseguir, si son políticos son votos, sino lo son, quieren otra cosa, pero nomas porque sí, no las dicen. NOSOTROS DECIMOS:   

Alguien exclamó, ¡ajá!

Si es verdad tanta estrechez,

Que conteste de una vez,

¡Y entonces el muro, apá!

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