Filiberto Juárez Córdoba
Junio 05, 2024
GANÓ EL PRI. En todo el país ganó el PRI, aseguró convencido un cafetómano. Estás loco, le contestaron, el PRI, no ganó gran cosa. Sí, ganó el PRI, ganó con otras siglas -nada se pierde, todo se transforma-, pero se impuso su escuela, regresamos al carro completo y a que el presidente deje a su sucesor. Ahora fue sucesora, pero eso es un detalle de los tiempos. AMLO ha sido el presidente de actuación más priista que hemos tenido, del priismo de los 70, en los que el presidente preguntaba, ¿qué hora es? Y todos contestaban, las que usted diga, señor presidente. Las elecciones se hicieron y los resultados se aceptaron, como en aquellos años, pero quedan las sospechas y las evidencias de que hubo manipuleos para que el resultado fuera el que el jefe supremo quería. Ganó el PRI, porque el MORENA y sus aliados, son su versión remasterizada y mejorada.
No podía ser de otra manera, viniendo de sus filas su líder máximo y sus principales prosélitos. Algunos ven como malo que así sea, porque dicen que el continuismo de la política lopezobradorista es inevitable. Otros dicen que eso es lo bueno, pues siendo neopriístas, el siguiente paso será el de cada sexenio, el sucesor rompe con el antecesor y se empeña en marcar su raya hacer notar que el suyo es otro gobierno.
Decían que la larga permanencia del PRI en el poder, se debió a sus gobiernos pendulares, en uno se cargaban las políticas públicas al sector social y en el siguiente al empresarial. Pequeñas concesiones, pero siempre hablando de pactos entre trabajadores y dueños del capital, para mantener la estabilidad nacional. La gran esperanza, ahora, es que, Claudia Sheinbaum, se decida a hacer valer su estilo personal de gobernar, como hacían los priístas, para deshacerse del que les heredó el mando. Que sea ella la que gobierne y no AMLO a través de ella.
LOS PUEBLOS tienen los gobiernos que se merecen, pero este parece que quiere, y se merece, uno peor. Unos aseguran que los resultados electorales fueron sorprendentes y no esperaban que el pueblo se equivocara como lo hizo. El pueblo no se equivocó, la mayoría decidió lo que consideró que debería decidir. Los que se equivocaron fueron los partidos y los grupos que esperaban otros resultados y no hicieron lo suficiente para lograrlos. Los dirigentes partidistas que estaban más preocupados por quedar bien colocados en las listas plurinominales que en posicionar a sus candidatos en el ánimo popular, para que ganaran la elección. Los líderes que mantuvieron confrontaciones internas y con sus aliados, en lugar de sumar a su causa a los sectores sociales que requieren atención y buscan participación.
Se equivocaron quienes creyeron que las elecciones se ganan con dimes y diretes en redes sociales o difundiendo encuestas para generar percepción, que a los únicos que les generaron la percepción de triunfo fue a ellos mismos, y sabiendo que lo que arrojó el estudio o sondeo, fue la conclusión que ellos pidieron cuando lo pagaron.
LO QUE DIJO la mayoría, en un proceso democrático, hay que acatarlo, pero hacerlo con la idea de que en política no hay triunfos absolutos ni derrotas definitivas. Si la división de poderes está en riesgo, porque el sistema de contrapesos formales fue acaparado por la fuerza política mayoritaria, la ciudadanía, los grupos participativos, los activistas, las minorías, deben construir los contrapesos emergentes que ayuden a mantener los equilibrios en la gobernanza.
Una oposición inteligente puede dar mejores resultados que una oposición beligerante. El trabajo político no se acaba con las campañas electorales, ese es transitorio, el trascendente debe empezar después de ellas.
QUÉ NOS FALLÓ, nos comentaron, porque dijimos que en Ciudad Valles ya están acostumbrados a que los gobiernen locos. José Luis Romero Calzada, el Tecmol, no ganó, nos recalcaron, no ganó. Ya sabemos que no ganó, pero estuvo cerca, además, quién les dijo que nomás nos referíamos a él, a poco David Medina, y los demás candidatos, están muy cuerdos. Fue lo único que se nos ocurrió contestarles.
EN LOS CÓMPUTOS municipales y distritales, que inician el miércoles, 5 de junio, quedará en firme la conformación del Congreso del Estado, con los diputados de mayoría, y empezará a delinearse la bancada plurinominal. En la lista de presidentes municipales puede haber algunas variantes, porque hay algunos municipios en que la diferencia entre el que obtuvo la mayoría y el que lo sigue es mínima. En Alaquines, por ejemplo, la diferencia es de 3 votos. Laura Moctezuma, de Verde-PT-Morena, obtuvo 1976; Ivet Bilchis, de PAN-PRI-PRD, 1973. En Salinas, Toño Páez, de Conciencia Popular, 4193; Emmanuel Castro, PAN-PRI-PRD, 4116. La diferencia es de 77 votos. En Mexquitic, Paco Ortiz, de MC, 9353; Jorge Ortiz, Verde-PT-Morena, 9221, 132 votos. En esos y otros casos, la revisión de las actas en el cómputo, puede ratificar el triunfo o darle la vuelta al marcador. NOSOTROS DECIMOS:
En los conteos oficiales
Es mínima la diferencia,
Pero al final, en esencia,
¡Todos resultan iguales!
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