«Me da unos tubitos de cáncer»

Toño Martínez

La frase que escuché de una persona que en tono chusco pidió a la empleada de una tienda de autoservicio una cajetilla de cigarros me hizo voltear para ver al autor de tamaña ocurrencia y, para mí sorpresa resultó ser un conocido.

Tenia poco mas de 40 años, de cuerpo corpulento y cuando le comenté – oye eso es muy peligroso para tu salud- con toda displicencia me contestó «no te preocupes que de algo me voy a morir y mientras disfrutaré del humo que me relaja».

Si – le contesté – pero no es lo mismo dejar de existir suavecito que tener un final terriblemente doloroso, con gran sufrimiento, que te desesperes porque no puedas respirar por la tos con flemas sanguinolentas y sientas que te asfixias; que te duelan los huesos, la cabeza, que te fatigues al máximo hasta para cambiar de posición en la cama cuando duermes si es que puedes.

Tampoco es lo mismo que la vida se te escape como es el ciclo natural, rodeado de tu familia que en un oscuro cuarto de hospital donde solo escuches los sonidos de aparatos conectados para monitorear tus funciones vitales, el gorgoreo del oxígeno y tubos y catéteres insertados por todos lados.

Nunca será fácil morirse en paz cuando te tengan que aplicar dosis cada vez más altas de opioides como la morfina, metanfetamina, codeína y otros para controlar el espantoso dolor; enfrentarte a las quimioterapias de efectos devastadores en el esfuerzo para prolongar tu vida es una experiencia que te debilita en extremo y te deja con tal depresión que puedas llegar a gritar «ya no por favor».

Tu familia se hundirá en el caos que provocará tu enfermedad y tu esposa, hijos hermanos -eso, si fuiste un padre amoroso y responsable- para turnarse en guardias y acompañarte en el hospital o peor si que estés en tu casa y tengan que atenderte día y noche; el dinero no alcanzará para lo elemental y menos para comprar los medicamentos caros que no tienen las instituciones de salud.

Haber -acotó-, porque me estás diciendo toda esa novela de horror solo porque me compré unos cigarros si hace mucho que fumo.

¿Porqué? -respondí- fíjate en el aviso impreso en la cajetilla: «Este producto puede ser causante de cáncer».Te estoy hablando de cáncer de pulmón que se ha colocado entre las primeras causas de muerte de México y en el mundo.

El principal factor de esta enfermedad que generalmente es mortal y muy complicada sobre todo cuando hace metástasis en otros órganos del cuerpo es el tabaco con su carga química venenosa. En el año 2023 mato a 6,317 mexicanos y cada vez son más los adictos sobre todo entre los jóvenes.

¿Ya ves como no es lo mismo «de algo me voy a morir» a fallecer entre tormentos brutales?, le comenté.

Se quedó mirando a la cajetilla, quiso tirarla pero se la guardo diciendo «es difícil quitarse el vicio pero lo voy a hacer y le pediré a Jesucristo que me ayude».

Abordó su camioneta, se despidió y se fue.