Mensaje del COVID a los machos mexicanos: “se los vuelvo chiquito”

Toño Martínez

Mayo 27, 2020

No hay peor afrenta para los machos mexicanos, que alguien los señale de tener el pene chiquito pues su mayor orgullo es presumir, aunque no sea cierto, de poseer un tamaño superior a los 13 centímetros que es el promedio general.

Son esos mismos machos que se embriagan, andan de parranda, se meten con la mujer que se les ponga enfrente para llevarla a la cama sin el mínimo recato, cuidado ni pudor, movidos solo por el falso orgullo de conquistadores y de alardear de supuesta potencia en lides sexuales.

Pero les tengo una noticia que puede caerles como un balde agua helada a su tonta vanagloria: De acuerdo con estudios de las Universidades de Milán y Bolonia, España, el Coronavirus puede reducir el tamaño del miembro viril, volverlo chiquito pues y cuidado porque quien se contagie y sane pudiera quedar sometido de por vida al peor trauma de su vida.

Más de alguna mujer vengativa o despechada podría convertir la canción aquella de “Tan pequeño es, tan frágil es…” en un himno de guerra cada vez que los encuentre.

Con seguidores a favor y en contra de las teorías universitarias, lo mejor es no arriesgarse para no pasar vergüenzas ni un golpazo a su ego que puede llevarlos a un complejo permanente que los deje infuncionales.

Científicamente se ha demostrado que el tamaño no importa a la hora de las artes amatorias, pero para la idiosincrasia del macho mexicano nadie les quita que entre más grande, quedan mejor con sus parejas.

Surgieron de inmediato “expertos” opositores a ese estudio de la reducción a causa del COVID19, pero la duda quedó.

Ahora bien, existen patologías que si disminuyen el tamaño del aparato reproductor masculino, como son la Enfermedad de la Peyronie que afecta los cuerpos cavernosos del pene, las secuelas de una operación de cáncer de próstata y la edad, pero no por vejez sino porque generalmente el hombre mayor desarrolla panza y las capas de grasa “entierran” el miembro, lo esconden y sufren para alcanzar a ver y usar su “esplendor”.

Esto es también ya una condición de los obesos que cada día son más: por fuera presumen “sex appeal” y a la hora de la hora quedan muy mal porque la grasa les impide cumplir sus tareas.

En síntesis, mientras son peras o manzanas lo mejor es que con todo y su “hombría”, los machos mexicanos le deben dar la vuelta al Coronavirus, protegerse muy bien para no contraerlo y evitar exponerse a la ridiculez permanente de que no eran lo que parecían o lo que decían.