Dr. Jaime Chalita Zarur
Enero 14, 2024
Que brutal inicio de año, increíble en un país que está tan dividido que no nos damos cuenta lo que pasa y que es de la mayor gravedad. No importan los asesinatos, los robos, los maltratos, la deshumanización social; los espacios políticos se llenan con las personas que desean ser presidenta o, presidente, quizás sin mirar, para distraer, de la gravedad que vivimos en nuestro hogar común: México.
Los pleitos verbales y polarizantes socialmente hablando, por llamar la atención y o, conquistar adeptos para ganar votos, es increíble. No importan las carencias, no importa quebrar las aspiraciones de una clase social sufrida y trabajadora. Lo que se persigue es poder y dinero que den estatus mesiánicos.
Denuncias de la oposición que no tienen consecuencias y que deberían estar en una investigación seria que no vendrá, pues podría haber denuncias sí, pero, otra cosa es que progresen las investigaciones y se castigue a quienes delinquen, en agravio de las personas, especialmente para quienes ostentan parte del poder público.
Por ello se ha provocado el desprestigio de las instituciones, insistiendo que no sirven pero, sin demostrarlo o, mejorar su calidad. Finamente, existe el amiguismo, compadrazgos tendientes a lo hecho a modo, fundado en intereses en donde se colude lo económico.
Pero en otra parte de esta arena de lucha política, es el discurso de la continuidad rompiendo todo tipo de equilibrios de los poderes, centralizando la vida del país, en una sola persona y sin escuchar las verdaderas necesidades de la población; simplemente seguir en la propaganda que no se materializa, para logra los fines deseados mediante la simulación.
Ha salido ya, el tercero en discordia, fundando su participación en la práctica de la nueva política que resalta como la más vieja, pues descalificar a los demás es lo que se ha vivido haciendo por décadas y, sistemáticamente querer ganar seguidores. Más aún esta generación de jóvenes políticos, por ser la mayoría poblacional, creen que tiene el derecho de discriminar a personas mayores olvidando que las libertades y, democracia que se vive, les ha sido heredadas por generaciones anteriores, en luchas de verdad contra el poder.
Nada de lo que existe en nuestro país, fue creado ahora o, por una sola persona; jamás. Pero para quienes desean controlarnos, ni siquiera gobernarnos, harán lo que se pueda y lo que se deje, con tal de ganar y desde luego sin consecuencias en la falta de cumplimiento a lo que prometen, en una forma por demás impune.
Es vital tener gobiernos cercanos a la ciudadanía. Una sociedad sin gobierno es una que se pierde en el autoritarismo como el que se vive en algunos lados ya, pero, un gobierno sin sociedad no se concibe, no es viable. Así, habría que buscar equilibrios en la relación sociopolítica de las personas que vivimos en este nuestro México y que, debería tener ciudadanos de primer nivel.
@jaimechalita