Miguel Hernández  y su don Psíquico para Detectar Agua  Subterránea con Varitas.

Su técnica ancestral es asombrosa.

Toño Martínez

Dueño de una sorprendente facultad extrasensorial que desafía a la ciencia y la tecnología, Miguel Hernández García,  indígena de la etnia tének es uno de los mejores varólogos que detecta con nada  más que una horqueta de varas o tallo de palma, agua hasta 25 metros de profundidad para abastecer pueblos o para riego agrícola.

El mismo no se explica cómo adquirió esa facultad. Recuerda que movido por la necesidad, salió muy chico de su comunidad para buscar oportunidades; estuvo en la Ciudad de México, Aguascalientes y Querétaro; fue aquí donde por alguna razón desconocida llegó a un rancho donde había una máquina  perforadora. El ingeniero que estaba a cargo me preguntó que si quería trabajar y le dije que si; en ese entonces yo tenía 16 años.

Además del equipo y aparatos el ingeniero tenia unas varitas y me dijo que usaba también esa forma para buscar agua pero que había hallado. A ver ¿quieres probar tu?

Tomé la horqueta y empecé a caminar, sentí como que  me jalaban hasta llegar a un lugar donde para mi sorpresa comenzaron a vibrar y se inclinaron hasta tocar tierra.

El ingeniero se dio cuenta, empezó a perforar y encontró mucha agua.

A partir de ahi y alentado por el mismo  ingeniero geólogo se dedicó a detectar agua y ha sido contratado en Zacatecas, Nuevo León, Veracruz, en ciudades como Tampico, León, Ozuluama y  muchas otras.

En un rancho cañero de El Higo, Veracruz,  recientemente fue contratado y halló tal cantidad que ahora riegan día y noche.

El alcalde de San Vicente Tancuayalab, Jesús Soni Bulos reconoce que gracias a Miguel Hernández perforó el principal pozo que abastece al pueblo, otro en San Francisco y varios más.

«Miguelito es mi varólogo de cabecera” dijo sonriente,

En una demostración de su talento, Miguel Hernández nos  condujo por un camino de terracería entre pastizales y arboledas, cortó una palma, dividió el chicheve a la mitad formando una  horqueta, caminó hasta que empezaron a vibrar y midiendo con sus pasos afirmó que se trataba de una corriente a 13 metros de profundidad.

Cada vez que encuentra agua y mientras perforan coloca de noche un vaso con algodones dentro y al día siguiente amanecen empapados.

Miguel Hernández García radica en el  ejido «Francisco Villa» municipio de San Vicente Tancuayalab .

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