Miles de indígenas sin empleo ni comida; están fuera de los programas oficiales.

Toño Martínez

Con un rotundo mentis al discurso oficialista sobre “Primero los pobres” la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) denunció que a causa de las lluvias se agravaron las condiciones de subsistencia para miles de indígenas jornaleros que no pueden trabajar para alimentar a su familia y que están fuera de apoyos del Gobierno.

Las lluvias son una bendición porque permitirán preparar la tierra para sembrar alimentos y llenar de pasto los potreros para la recuperación del ganado, pero como dice el dicho «mientras el zacate crece el burro se muere de hambre» y es urgente un plan humanitario de responsabilidad social, libre de colores partidistas e intereses electoreros que llegue hasta las comunidades más alejadas con alimentos y servicios como salud en este momentos, señaló Pedro González Gómez coordinador regional de la CIOAC.

Que se revisen padrones de cada municipio con población indígena pero de manera completa y verán como hay muchas familias excluidas de atención social.

En el mismo sentido González Gómez refirió que son urgentes también proyectos para garantizar que no falte agua a los poblados y para riego por ejemplo en Ébano, Tamuín y San Vicente que forman parte del Distrito de Riego Pujal-Coy. Todos ellos cuentan con elevada población indígena.

Indicó que tienen décadas insistiendo ante el Gobierno Federal para que cuando las condiciones económicas del país lo permitan se reactive el proyecto de la presa Pujal Coy contemplada en el decreto de 1972 que dio origen al distrito ya que sería la solución para pasar de las siembras de temporal a las de riego y producir todo el año. De paso como estaba diseñado serviría para proteger de inundaciones a ciudades y poblados de regiones bajas incluyendo a Tampico, Panuco y otras.

González Gómez insistió en que se construya de inmediato el programa humanitario de apoyo a los indígenas y grupos vulnerables.