Morena competirá contra una oposición debilitada. ¿Qué hacer?

Ángel Castillo Torres

Marzo 01, 2022

Este año habrá 6 elecciones de gobernador en distintos estados de la república y de acuerdo con encuestas dignas todo de crédito, el partido Movimiento de Regeneración Nacional podría ganar en 3 de ellas. Si este pronóstico se cumple el partido del presidente gobernaría en 21 estados.

Los partidos políticos tienen entre uno de sus objetivos la conquista del poder para desde ahí imponer su programa e ideología. Su lucha es para conseguir mayor influencia en la toma de decisiones, para seguir transformando instituciones, para decidir donde se aplica el gasto público y para mantenerse en el poder.

Desde el 1 de diciembre de 2018 Morena promueve la llamada Cuarta Transformación de México. Lo hace de conformidad con una ideología de centro-izquierda, pero sobre todo a partir de la voluntad de un solo hombre, la del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pero, ¿hay otras formas de pensar y actuar para incidir en nuestra realidad política? ¿Hay oposición al partido dominante? Al respecto se observa que domina en el ánimo de los opositores el pesimismo, y son visibles las ruidosas crisis internas que no les permiten convertirse en un verdadero contrapeso al partido en el gobierno. Hay una oposición debilitada y poco competitiva. Casi la mayoría de los partidos contrarios a Morena asumen, sin aceptarlo públicamente, la imposibilidad de cambiar en el corto plazo el estado de cosas que predomina debido a la desfavorable correlación de fuerzas que existe y en donde Morena sigue ganando elecciones y consolidándose como un partido hegemónico. Derrotados moralmente consideran que no queda otro camino que ser realistas y aceptar este inevitable escenario. Esta apocalíptica interpretación descarta todo intento por impulsar una alternativa que reduzca este poder avasallante.

Los partidos de oposición deberían desarrollar una práctica política alternativa que, sin negar las fortalezas de Morena, trabaje para ir creando las condiciones que permitan transformar el actual estado de cosas. Habría que impulsar una estrategia capaz de cambiar la actual correlación de fuerzas. Es necesario romper paradigmas. Es urgente que se pongan de acuerdo para competir electoralmente a través de las figuras de Coalición y Alianzas Partidistas. Impulsar la construcción espacios de convergencia a los que se integren diversos actores políticos que no están de acuerdo en la forma como está gobernando la llamada Cuarta Transformación (4T). ¿O acaso los partidos contrarios a Morena de van a quedar cruzados de brazos viendo cómo los someten y borran del escenario político?

En el país se vive una involución, una vuelta al pasado. La pluralidad democrática está en peligro, el equilibrio de poderes y los contrapesos institucionales están siendo erosionados. Se ataca la libertad de prensa y a los periodistas críticos; décadas de lucha democrática quieren ser borradas, se quiere desaparecer al INE; se generan conflictos internacionales incensarios y absurdos. La economía está estancada, la inversión extranjera ha disminuido y la pobreza ha aumentado.

Se puede construir una fuerza política y electoral alternativa a través de las alianzas. Para ello se tendrán que declarar temporalmente suspendidas las diferencias entre las fuerzas políticas opositoras al gobierno. Hoy se debe dialogar, acordar una agenda común que beneficie a la sociedad y que permita reconquistar la confianza de los ciudadanos.

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