“MUCHO TALENTO, NULOS APOYOS: LA HISTORIA DE LA 4T”

Por: Alma Gutiérrez Ibarra

Julio 28, 2019

Todos alguna vez en la vida, nos deleitamos al ver en televisión a los campeones deportivos que, orgullosos y con una enorme sonrisa, reciben una medalla, un trofeo o suben al podio tras una dura competencia. Muchos también, sobre todo en la infancia, soñamos con ser esos héroes sin capa e invencibles que lograron romper barreras y colocarse como el mejor en su disciplina.

En el futbol, la natación, el básquet, el tenis o cualquier otra disciplina y sin importar si es un deporte individual o de equipo, ser el número uno siempre representa un orgullo. El doble cuando representas a tu estado, a tu país o simplemente a tu colegio; ver a los demás reconocer nuestro esfuerzo es una satisfacción inherente al ser humano.

Sin embargo, esa gloria no llega sola y aunque muchos quisiéramos ser esos campeones llenos de medallas, son pocos los que están dispuestos a pagar el precio de cada uno de esos triunfos. Todo puede iniciar como un hobby que con el paso del tiempo se vuelve un reto, una meta o una vida, y es ahí donde tras bambalinas o tras las canchas, la perspectiva cambia.

Los vemos triunfar pero no imaginamos siquiera, por un solo momento, lo que pasaron para llegar a ver esa medalla colgar de su pecho: desvelos, sacrificios en la familia, en la vida social y en la organización completa de su vida porque para ser atleta de alto rendimiento necesitan cambiar todo su esquema diario y cuidar su alimentación, sus horas de sueño, ser organizados para cumplir en el colegio, si es que aún es ese el caso y un sinnúmero de etcéteras que solo esos deportistas comprenden.

Por ello, resulta terrible y triste además de injusto, que un deportista mexicano tenga que regatear al gobierno el apoyo para seguir dándole gloria a México. No nos resulta extraño que así sea, ya que bien dicen, el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano, pero en las últimas fechas este problema causó más polémica a raíz del recorte impuesto por la CONADE para los atletas nacionales, cuyas quejas ya abordé en un anterior artículo y que siguen dando de qué hablar en las redes sociales.

Más terrible aún si se trata de jóvenes talentos que, a pesar de su corta edad, son ejemplo de tenacidad, disciplina, perseverancia y hambre de triunfo. Ese es el caso del potosino Rodrigo Olvera Méndez, de apenas 17 años que con una trayectoria de 6 años dedicados al tiro con arco se encuentra a tres semanas de cumplir una de las máximas metas de cualquier deportista: ser seleccionado nacional y representar a México en una competencia internacional “World Archery Youth Championships Madrid 2019”.

La trayectoria de Rodrigo, estudiante del COBACH 28 en San Luis Potosí, inició a los 11 años de edad, pero desde el 2012 es seleccionado estatal y ganó diversas competencias de Olimpiada Nacional desde el 2014 cuando obtuvo medalla de plata; 2015, con medalla de oro; 2016 con medalla de oro y otra de bronce; 2017, dos medallas de oro, dos de plata y un record nacional además de cerrar el año pasado con una medalla más de oro en la misma competencia, que, cabe señalar, se considera como la justa deportiva más importante para integrar el semillero deportivo nacional.

Gran trayectoria a una corta edad y pese a eso, México, a través de la Federación de Tiro con Arco, le acaba de notificar que la CONADE no reconoce su esfuerzo y simplemente no habrá respaldo económico y, en caso que quiera asistir a Madrid en tres semanas que inicia la competencia, él y los otros dos seleccionados originarios de Jalisco y Nuevo León, deben pagar por cuenta propia todos sus gastos.

No importa que Rodrigo y su equipo sacrificaran años en su preparación, que compaginen sus estudios con 6 o más horas de entrenamiento o más al día, y que su preparación incluya participar en incontables torneos y campeonatos nacionales de interiores y exteriores. Tampoco que su proceso de selección sea de seis meses atrás en donde dejó alma y corazón para ganarse uno de esos tres ansiados lugares y eliminar a más de 60 contendientes en rondas de selección estatal y regional. Un usted disculpe, pero la Federación no puede apoyarlos fue la respuesta.

Si hay millones de dólares para apoyar a El Salvador y a Honduras a “generar empleos” y frenar la migración, pero no para impulsar el deporte y a los atletas mexicanos, no a quienes son ejemplo de la cultura del esfuerzo y la dedicación. No a quienes dedican horas en el deporte en lugar de las fiestas o los videojuegos.

Triste realidad a la que se enfrentan las nuevas generaciones, quienes no ven otro escenario que ser mediocre o conformista, porque entonces “papá Gobierno” si vendrá a rescatarlos.

Aunque la causa de Rodrigo no está del todo perdida, ya que aún queda la esperanza que su voz llegue al gobernador Juan Manuel Carreras López y que, a través del INPODE les dé el apoyo que la Federación les negó, pero el punto es que hay recursos que no deben regatearse y el deporte y el apoyo a los jóvenes talentosos es uno de ellos.

Ojalá que Rodrigo y la selección Nacional de Tiro con Arco encuentre ese apoyo y su esfuerzo sea recompensado al asistir al “World Archery Youth Championships Madrid 2019”, donde se enfrentará a más de 60 arqueros juveniles provenientes de 28 países. Ojalá no sea este un episodio más de burocracia gubernamental que premia la mediocridad y desdeña el talento, y ojalá que, al final, Rodrigo también salga campeón de esta justa que lo obliga a llevar su esfuerzo más allá de lo deportivo.