Dr. Jaime Chalita Zarur
Enero 27, 2024
¿De verdad las personas que vivimos en este gran país, queremos ser una sociedad progresista, en la que exista más igualdad? Realmente no.
Increíble pero realmente no lo deseamos, por el contrario, nos dejamos consumir por las envidias y por el tener más que los otros, y vemos al enemigo interior y no al exterior. Los mexicanos no estamos acostumbrados a protegernos, salvo en las desgracias y, ello por el miedo. Fuera de ello hasta nos atacamos y fuerte.
La diferencia de opiniones en torno a la vida pública desde el intelecto de las personas, no es una guerra declarada en lo particular y, no debería serlo en lo general. Sería un grave error tomarlo así, para defenderse de lo que no es.
Y es que las personas que debaten son muy dadas a imponer sus pensamientos en lugar de tomar lo mejor de los demás y aplicarlo pero, el celo y la ambición por ser el foco de atención, devora el querer ser, aún a costa de los demás o, de la comunidad en la que se vive.
Cuando se inician los descalificativos, es porque los argumentos razonables se terminaron. Solo los ignorantes insultan y agreden.
En lo personal, me niego a pensar que, como seres pensantes, seamos incapaces de crecer y progresar en las diferencias muy naturales de las personas. Por el contrario, encontrar los equilibrios de las acciones es lo primordial para la vida en común.
La costumbre de defender sólo lo propio, es legítimo cuando se tiene que hacer y hacerlo dentro de la ley pero, eso no es lo que sucede, siempre existen los impulsos para actuar a la mala y, son pocas personas quienes los dominan.
Nadie debería sentirse dueño de la verdad absoluta; no existe, nunca ha existido; es una utopía para quienes quisieran apoderarse de ella. Grave error que se paga muy caro en lo personal y, en lo colectivo.
Así que, iniciemos a buscar las acciones que nos convienen a todos, seguro estoy que nuestro entorno cambiaría, a uno más seguro, más verdadero, más libre. El precio qué hay que pagar por no hacerlo, es el que se vive en la Republica.
La vida transcurre entre violaciones, inseguridad, muertes violentas, feminicidios, asaltos en plena calle y luz del día, drogadicción, además de una serie de calamidades que no nos gusta que pasen pero, no abonamos nada para que se componga nuestra vida gregaria.
No hay gobierno sin sociedad pero, una sociedad sin gobierno, es autoritaria per se.
Cuidemos lo propio si pero, igualmente cuidemos el entorno común. Las vivencias cambiarían positivamente.
@jaimechalita