Ni se desesperen; faltan 5 años y cuatro meses

Toño Martínez

Julio 29, 2019

Saben, creo que enfurruñados en la vorágine del nuevo “orden” denominado 4T, sus ocurrencias, proyectos alucinados, los descubrimientos un día sí y otro también de corrupción, bandidaje, tranzas, complots y tantas perversiones entre de los que se fueron, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias de prensa mañaneras, no nos hemos puesto a pensar que esto apenas comienza y faltan laaargos 5 años y cuatro meses para probar nuestra resistencia.

Claro, siempre y cuando no suceda antes nada que los pare.

Entonces, convendría guardar energías, serenarse por más que oiga lo que oiga desde el poder, y prepararse con una buena dotación de infusiones anti ansiedad, contra corajes, estrés o depresión, a base de Tila, Valeriana, Lúpulo, Pasionaria o aquellos que más confianza les tenga.

Son 68 meses por delante, no se nos olvide.

También sería necesario inscribirse a algunas clases de yoga, tai chi, técnicas de meditación tibetana con todo y sus mantras; buscar un directorio de curanderos para limpias tranquilizantes y fetiches.

Aprenderse de memoria algunas reflexiones de buda como “El control de mente y cuerpo”, o tener siempre presentes pensamientos filosóficos de Ghandi como aquel que dice “La ira y la intolerancia son enemigos del saber” (no se enojen) o, simplemente como decía Kalimán: “Serenidad y paciencia, mucha paciencia”.

Falta recorrer más de 1,800 días de la 4T.

Otra recomendación para reservar fuerzas es no encender el televisor, leer periódicos, escuchar noticieros o meterse a las redes sociales antes de almorzar, para evitar encontrarse con una nueva reforma a la Constitución, a las leyes, proyectos de ley surgidos de delirios, o que lo dejaron sin chamba por la austeridad republicana, porque en lugar de hambre traerán el estómago hecho circo y puede que hasta vomiten.

En serio, si de por si en el Mundo las cosas andan peor que nunca en clima, matanzas, devastación de recursos naturales, pastores violadores, ambiciones imperialistas, economía resquebrajada, enfermedades raras y letales, como para que todavía nos endilguemos los caprichos de AMLO y sus colaboradores y legisladores.

Que si tan solo en tres o cuatro meses ya le ocasionó al país 5 billones de pesos en descalabros económicos; que si canceló el presupuesto a servicios médicos y asistenciales, o le quitó los 10 mil millones de pesos al campo, le bajó mucho dinero a SEMARNAT, Comisión del Agua, Estancias Infantiles; que si le valen los estudios serios de algunos de su equipo que si piensan, sobre acciones de desarrollo o finanzas y los manda al carajo porque “tiene sus propios datos”.

Que si desconecto ayer el sistema de Internet gratuito que había dejado Enrique Peña Nieto para dar servicio a comunidades remotas, sereno.

Que si se hincó ante Donald Trump y le puso Guardias Civiles para detener el cruce de inmigrantes en las fronteras mexicanas para que no lleguen a Estados Unidos, o que si anda regalando millones de dólares a Centroamérica cuando aquí abundan las necesidades o bien, que por sus pantalones y por encima de amparos y falta de estudios técnicos vaya a hacer la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Ruta Transísmica, hay que aguantar, falta todavía mucho por venir.

Respire profundo, exhale despacio, camine, váyase al cine o a algún evento cultural; reúna a la familia en una carnita asada o; al estilo mexicano, emborráchese para olvidad la canija realidad de la Cuarta Transformación, pero no se rinda, que apenas viene lo peor, o quien quita y en una de esas, salgan cosas buenas.

Total, la esperanza muere el último y nunca hay que perderla.

Faltan repito, 5 años y cuatro meses.