Es solo un distractor del Gobernador; eso no existió, afirma.
Toño Martínez
La mujer que apareció desnuda en un balcón del Palacio de Gobierno de San Luis Potosí el día nueve de abril no es ningún fantasma, espíritu, espectro ni cosa parecida y el Gobierno cree que el pueblo es estúpido para creer esa versión, afirmó el investigador de fenómenos paranormales, Carlos Trejo.
«En los cuarenta y cinco años que tengo investigando apariciones fantasmales en distintos lugares nunca he visto espíritus desnudos que se esconden y se asomen como hizo la mujer del palacio de San Luis y menos en pleno día expresó el autor del libro de terror «Cañitas», de fama mundial, que trata los episodios verídicos escalofriantes con desenlaces fatales que vivió su familia en la casa de la calle precisamente «Cañitas» 1982 en la Ciudad de México, a partir del juego de la Ouija. Esa casa sigue posesionada por entidades demoníacas.
A partir de ahí Carlos Trejo dedicó su vida a investigar fenómenos paranormales convirtiéndolo en una autoridad en la materia.
“Mira, -dijo- cuando vi el video de la mujer del balcón, lo que hacía, inmediatamente supe que no era un ente ectoplásmico como sugirió más tarde el gobernador.
«Yo creo que entre otras cosas se trata de un truco que usan políticos para distraer la atención de la gente sobre los problemas que no puede resolver, táctica que también usaron ex presidentes de la República como José López Portillo en su entrega de mando a Miguel de la Madrid en un ambiente muy crispado, y sacaron la versión de una rata gigante que había en el Metro, o el caso de la desaparición de la niña Polet cuando Enrique Peña Nieto que traía mucha inestabilidad en su mandato, comentó.
Porque crees indicó Trejo, que me negaron el permiso que solicité al Gobierno de San Luis para examinar el lugar donde apareció la mujer; porque no fue fantasma sino una mujer que tendrán que explicar que hacia allí.
Bueno hasta lo que dijo el Gobernador de que podría ser el fantasma de la emperatriz Carlota refleja su ignorancia en historia, pues ella murió loca en el Castillo de Chapultepec tras el fusilamiento de su esposo Maximiliano.
Carlos Trejo criticó la versión del gobernador que cree que los potosinos se chupan el dedo .