Filiberto Juárez Córdoba
Junio 02, 2024
LLEGÓ EL DÍA, hay que ir a votar y elegir a las autoridades. El método es sencillo, hay que presentarse en las casillas, presentar la credencial de elector, recibir las boletas y depositarlas en las urnas correspondientes. Solo eso, un proceso personal, libre y secreto, como lo establece la legislación electoral. Cada ciudadano debe hacer lo que le corresponde y vigilar que no haya trucos ni trampas, presiones y conductas indebidas. Los ciudadanos que han sido designado funcionarios de casilla, representantes partidistas o se han registrado como observadores electorales, todos deben ser respetados y ellos actuar con la seriedad e imparcialidad que se debe tener en esas condiciones y circunstancias.
Eso es en teoría, sin embargo hay quienes en lugar de ayudar a que la democracia sea la forma de tomar las decisiones sociales, desayudan con acciones indebidas o fuera de contexto. Dejar que los ciudadanos, los electores se expresen de manera legítima, es lo mejor y deseable, querer conseguir la mayoría con artimañas, dinero o coacción, es posible pero deslegitima a quienes obtuvieron los cargos de esa manera y tarde o temprano, la gente les cobrará la factura; por eso ha habido elecciones en que los resultados han sido sorpresivos. Cuando los votantes deciden demostrar su hartazgo y hacer valer sus derechos personales, hacen perder a quienes se consideraban dueños absolutos de la voluntad popular.
PARA EL PROCESO en marcha, se firmaron pactos de civilidad y no agresión por los dirigentes partidistas y el gobernador. Hubo algunas manifestaciones de candidatos ofreciendo llevar la fiesta cívica en paz, sin embargo, a lo largo de las campañas hubo muchas denuncias públicas de guerra sucia, confrontaciones entre grupos adversarios y hechos de violencia. No estamos en los niveles de otros lugares, donde hubo candidatos asesinados, pero si hay un ambiente tenso y temor de que en algunos municipios las pasiones se desborden.
Dicen que hay casos en que los intereses en juego van más allá de lo político y que no faltan los dementes que piensan que tienen dinero o control para poner o quitar autoridades. Cada ciudadano sabe lo que en su municipio o distrito hay, y quienes son los que traen otras intenciones, si hay un loco, que no haya dos, dice la sabiduría popular, y ahí es donde se debe demostrar la cordura de quienes eligen, para poner en su lugar a quienes se creen dueños de la voluntad del pueblo y pueden decidir su destino.
EL LLAMADO es a que no haya actitudes contrarias al espíritu democrático, que cada quien haga lo que le corresponde, sin provocar ni caer en provocaciones. Las elecciones duran un día y los cargos que se disputan tres o seis años, el atraso social por los pleitos políticos de un momento llega a durar décadas, eso no lo debe permitir la base social, el electorado.
Hay exhortos de las autoridades para que todos se comporten y anuncios de que se están tomando las medidas para que haya vigilancia y seguridad para todos. Hay que esperar que los dirigentes partidistas y los candidatos estén a la altura y se manejen con responsabilidad.
Ningún pleito es justificable en las casillas, porque todo lo que esté mal o sea indebido, se puede resolver en los tribunales electorales e instancias correspondientes. El INE y el CEEPAC están haciendo su mejor esfuerzo y muchos ciudadanos, de buena fe y mucha disposición cívica, han aceptado fungir como secretarios de casilla, hay que hacer que su esfuerzo y tiempo, valgan la pena.
HAY QUE RECORDAR que muchas cosas parecen fáciles o intrascendentes y no faltan los que lo toman como travesura, pero constituyen delitos electorales que tienen penas de cárcel y multas como sanción. El uso político partidista de instalaciones, equipo y recursos humanos de las instituciones públicas, está prohibido y tiene penas severas. Las escuelas y otros edificios pueden utilizarse, para la instalación de casillas, pero solo para eso. Escuchamos en una plática la frase, “hay que ayudarle al gobernador o al presidente”, por eso hay que movilizarse con todo. Más que ayudarles, con algunos movimientos turbios o ilegales, deslegitiman y manchan la actuación de quienes quieren, presuntamente ayudar.
HOY, HOY, HOY, usted vaya y vote, de acuerdo a su convicción y conciencia, a lo que piense que es mejor para todos. Vote por quien quiera y bote a quien considere inoportuno o de plano nefasto para los intereses de la sociedad. Hay quienes hablan de la compra del voto, pero también quienes dicen que lo que pagan por un voto dura un ratito y las consecuencias de elegir malos gobernantes mucho tiempo y salen muy caras. No vale la pena apasionarse y pelearse con amigos y familiares por cuestiones políticas, porque los pleitos perduran, mientras los políticos por los que se pelearon se arreglan enseguida. En una elección van confrontados y luego resulta que en la otra van juntos. NOSOTROS DECIMOS:
Hay hechos muy comprobados
De políticos falsarios
Que hoy son duros adversarios
¡Y mañana fuertes aliados!
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Twitter: @FiliJuarezC
