Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Como se espera, luego de que se firmó el decreto presidencial por el que se declara el fin de la emergencia por la pandemia y ante la disminución de casos positivos en el estado es muy probable que en cualquier día próximo se haga lo propio en SLP luego de tres años de vivir bajo la amenaza de contraer la enfermedad que desde el 2020 en que se detectó el primer caso ha ocasionado el fallecimiento de más de siete mil personas de todas las edades en territorio potosino y se registraron poco más de 248 mil contagios.
Aunque la declaratoria del fin de la emergencia no significa que se haya erradicado la pandemia sino que únicamente suspende las medidas de protección relacionadas con el peligro de su propagación como el uso del cubrebocas, y la sana distancia también alerta de la persistencia del peligro de contraer el coronavirus en caso de exponerse abiertamente al virus con todo y que ya se este vacunado por lo que las autoridades de salud no dejan de recomendar abstenerse de acudir a sitios con aglomeraciones y de no contar con todas las dosis de inmunización acudir a aplicárselas con el fin de estar debidamente protegidos.
Así entonces de continuar con la tendencia a la baja de contagios quedarán atrás aquellas aterradoras semanas en que se contabilizaron hasta 500 transmisiones diarias del virus en promedio y decenas de fallecimientos por día así como la desesperación de cientos de familias por conseguir un cilindro de oxígeno para un familiar enfermo al igual que el miedo a enfermar y no encontrar un lugar para recibir atención médica ante la saturación de enfermos de los centros hospitalarios disponibles.
Ahora debe decirse que a estas alturas, por lo menos en la capital potosina la gente se maneja como de vuelta a la normalidad de tal manera que son raros donde la gente, por ejemplo, porta el cubrebocas y no se diga guardar la sana distancia o no asistir a sitios concurridos como se nota en las grandes plazas comerciales y los lugares donde se presentan espectáculos masivos como el futbol, cines tianguis, etc.
Por esa razón, no se tiene optimismo en que, de llegar a declararse en SLP el fin de la emergencia la gente mantenga las medidas sanitarias de protección pues se respira una especie de ambiente de liberación sin que sea así del todo en virtud de que diariamente no dejan de presentarse contagios y aún decesos por la pandemia por lo que la salud será un asunto de responsabilidad individual y cada quien decidirá si abandona totalmente las protecciones porque, debe recordarse que las autoridades sanitarias no dejan de subrayar que el virus llegó para quedarse y se convertirá en una enfermedad del tipo de la influenza que obligará a una vacunación anual para no contraerla y continuará flotando amenazando la salud de quienes caigan en excesos de confianza.