Toño Martínez
Bajo el argumento de golpear a la inseguridad, criminalidad y corrupción, diputados morenistas de la cuarta transformación y aliados del Partido del Trabajo, del Verde Ecologista asestaron un brutal atropello a la vida privada de los 130 millones de mexicanos y su libertad al aprobar la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Ley del Sistema de Investigación e Inteligencia en materia de Seguridad Publica que en resumidas consisten en que el gobierno a través de la Guardia Nacional y los militares podrán accesar a todos los datos personales de los ciudadanos para disponer de esa información para conocer todo de cada uno, hasta del lunar que por ahí está escondido y el tamaño de tus juanetes.
No, no sé trata de ninguna película de ciencia ficción -con raíces reales como «Snowden» (1916)- donde el analista Edward Snowden descubre un programa de vigilancia masiva de la Agencia de Seguridad del Gobierno norteamericano y arriesgando su propia integridad lo reveló al público. Tampoco es el filme “La Vida de los Otros” de 2006 relativa a como la Policía Secreta de Alemania Oriental (comunista) durante la época de la llamada guerra fría espiaba cada movimiento de los ciudadanos y establecía un férreo control de sus vidas.
Lo que está haciendo la 4T es peor porque con las leyes aprobadas fax track amplía las facultades de la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC) y otorga permiso permiso a la Guardia Nacional para acceder con o sin orden de un juez a tu información personal como datos bancarios, salud, fiscales biométricos, catastrales, propiedades, comerciales, telecomunicaciones públicas (con quién te comunicas, de que hablan, los planes que tengas y si vas a hacer la carnita asada dónde, cuándo, con quiénes, en qué se van a ir y que van a llevar).
En este proyecto propio de una tiranía ni casa chica podrán tener porque sabrán con quién te reúnes a disfrutar las delicias del amor, su ubicación, a qué hora entras a que hora sales y si te cambiaste de ropa interior.
Parte de esta estructura de invasión de la privacidad se apoya en los datos biométricos que contienen la CURP y la credencial del INE, las cámaras de video vigilancia públicas y privadas se encargarán del reconocimiento facial para ubicarte perfectamente.
Denominada en términos generales Ley Espionaje, ambas herramientas de control son el más grave atentado a los derechos y garantías de los mexicanos porque suprimen libertad y vida privada con los peligros que ello implica pues además de que el Gobierno sabrá todo de ti que pasaría si los datos son hackeados y al rato caigan en manos de delincuentes o de quien los busque para cualquier uso indebido para dañarte. El sistema de seguridad cibernética del gobierno no es inviolable como demostró el grupo de hackers internacionales de Guacamaya Likes cuando extrajo datos confidenciales del Gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador y hasta de la Secretaria de la Defensa Nacional.
Estamos en un verdadero estado de emergencia ciudadana y las voces de protesta de la oposición y organismos ciudadanos son muy débiles, en tanto se oficializa el espionaje de todos.