Toño Martínez
Julio 28, 2024
Paris está considerada entre las ciudades más bonitas del mundo, la Ciudad Luz, pero más allá del bello urbanismo estético que inspiró a artistas, escritores, filósofos, hoy París esta dando un esperanzador ejemplo de que la fraternidad universal, es perfectamente posible pues ahí están reunidos en paz más de 200 naciones de distintas ideologías políticas a través de 10,500 atletas.
Liberté, Igualite, Fraternitte (Libertad,Igualdad, Fraternidad) el emblema de la Revolución Francesa hoy se cristalizan en París acaparan los ojos emocionados del mundo y envían un mensaje de que ese remanso de paz puede trasladarse a los siete continentes para dejar de lado las guerras, el odio, la destrucción del medio ambiente, la diferencia entre razas, persecuciones, la migración forzada, la codicia de unos cuantos que se enriquecen a cambio de la pobreza de millones y la violencia criminal desaforada que recorre al planeta como jinete del apocalipsis.
Paris es más todavía, es demostración de la resiliencia humana, y que jamás debemos rendirnos ante cualquier adversidad cuando no dejamos de lado la fe en la presencia del Ser Divino, como es el caso de la extraordinaria cantante Celine Dion, quien se impuso a la terrible enfermedad del cuerpo rígido que la deja paralizada en medio de atroces dolores, y acudió a la inauguración de las Olimpiadas para ofrecer con su espléndida voz el «Himno al amor».
Luego los espectáculos fantásticos de luces, imágenes, hologramas, el globo aerostático con la antorcha olímpica frente a la Torre Eiffel vestida de rayos de colores gracias a las tecnologías con inteligencia artificial hicieron olvidar la problemática del mundo.
Nunca antes el romántico río Sena había rebosado de tanta energía y felicidad como ocurrió con el desfile de los equipos deportivos deslizándose por sus aguas en barcas especiales.