Otra vez Manoseando las Tradiciones y Cultura

Toño Martínez

Marzo 11, 2023

Tal vez, quiero pensarlo así, los asesores caros que tiene el gobernador para revolucionar la manera de gobernar son igual de ignorantes en cultura y tradiciones que forman parte de nuestra identidad potosina, igual que sus colaboradores, pues solo así podría entender porque se empeña en destruir, alterar y deformar los íconos que amalgaman creencias, historia y leyendas que forman parte de nuestra identidad.

Hay cosas que con toda y la aureola de todopoderoso que le construyan sus aduladores no lo salvan del señalamiento y juicio popular; pretender contaminar la antigua tradición religiosa de la Procesión del Silencio que es patrimonio inmaterial de la humanidad incorporando a niños estudiantes y universitarios para darle un tinte coreográfico más que de enriquecimiento formativo es una atrocidad y provocación al espíritu religioso de los potosinos.

 Eso no genera respeto ni admiración por supuestos cambios estructurales en San Luis Potosí. Eso no corresponde a transformación ni unión armónica, base de un buen gobierno sino todo lo contrario.

Gallardo Cardona ya dejó una mancha imborrable con las culturas Huastecas al derribar un ícono representativo del linaje legado por los pueblos originarios, como fue  el «Arco de las Culturas» en Ciudad Valles con símbolos de las de etnias náhuatl, tének y pame para colocar  en su lugar una estructura horrible de fierros, tirantes y tubos, como para que ahora enfoque baterías a la Procesión del Silencio que cada año llevan a cabo desde hace 70,  cofradías de templos católicos para representar la Pasión de Cristo y el acompañamiento de La Dolorosa, para convertirlo en un tema productor de dinero con el pretexto de que el  turismo deja dinero  y este ritual atrae visitantes de todo el mundo.

La Procesión del Silencio es por si sola un imán para el turismo religioso; su fama trasciende generaciones en su concepto original y fronteras; no es un producto que necesite mejoras frías e insulsas.

Tal «ideota renovadora” tensó ya las relaciones entre el Gobierno del Estado, la Arquidiócesis de San Luis Potosí, las organizaciones Potosinos con Valor, Nuestro Centro y con una gran parte de la sociedad de los diversos estratos sociales. ¿Es necesario?

Al menos en la capital del estado la gente sacó el coraje y valor de defender y proteger sus costumbres y tradiciones, no como en Valles donde comenzando por la primera autoridad, el alcalde David Medina Salazar y organismos culturales que no pasan de ser un Club de Tobi, fueron incapaces de levantar la voz de condena ni oponerse a la caída del «Arco de las Culturas’. Solo lo lamentaron por debajo de la mesa.

Es más, no se vio por ningún lado la postura del Coordinador Ejecutivo del Consejo del Patrimonio de Áreas y Centros Históricos de San Luis Potosí, Juan Carlos Machinena Morales aunque de alguna manera sea entendible por ser asalariado en la nómina oficial, pero no se justifica su silencio.

Ya es necesario que se deje en paz a la cultura, las tradiciones y costumbres que constituyen un sello propio del estado.

No provoquen el mal humor popular; su trabajo material, administrativo y en favor de los vulnerables se reconoce sin necesidad de tanta alabanza ni protagonismo populachero, pero no lo enturbien con decisiones alocadas que lastiman nuestros sentimientos de pertenencia. ¿Sale?