Partidos el peor estorbo a los candidatos

Toño Martínez

Noviembre 30, 2023

Con el peor nivel de confianza entre los mexicanos, los partidos políticos son un estorbo para las y el candidato a la presidencia de la República Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Samuel García por lo que el éxito o fracaso de las campañas electorales  dependerá en un 95% del trabajo personal, su estrategia, visión y en especial de la sustentabilidad de sus propuestas.

Los partidos políticos, sin excepción están en el último nivel del ranking de confianza, son los últimos entre los mexicanos de acuerdo a mediciones de casas encuestadoras y observadores sin tendencia.

Sin embargo más allá de los monitoreos  técnicos basta con escuchar en cualquier escenario cafés, antros, mercados, transporte público expresiones de la gente cuando se refieren a partidos políticos, calificativos les faltan.

Como tales los partidos políticos y sus derechos están garantizado por los Artículos 41 y 7o de la Constitución Política y entre las razones de su existencia están canalizar y trasmitir los intereses y demandas de la población para que sean consideradas en la toma de decisiones  del Gobierno; promover la participación del ciudadano en la elección de sus representantes populares y, aquí está la parte esencial: deben  conservar a toda costa la democracia en un sistema republicano para que tengamos un poder compartido lo cual prevendría tentaciones de autoritarismo y dictaduras.

Pero no, el poder marea y a la ambición siguió la corrupción para que los partidos  se fueran olvidando de su responsabilidad política para quedar reducidos a pandillas de intereses particulares olvidando al ciudadano.

Si fueran poquito inteligentes o al menos tuvieran sentido común, los líderes no solo los del Frente Amplio por México o de MORENA y aliados e incluso Movimiento Ciudadano debieran ocultarse y no estar al lado ni atrás de los candidatos en actos públicos, les hacen mala sombra.

Xóchitl no necesita guajes para nadar, flota por si sola y está navegando fuerte, remontando las aguas turbias aunque encuestas y diversas comentaristas de medios masivos de comunicación sigan un guión casi uniforme para minimizarla.

Samuel García por su parte está consumiendo velozmente la novedad de su candidatura y, aunque tiene hechuras, juventud, ideas renovadas  y arrojo,  comienza  desinflarse y de no enmendar sus avionadas difícilmente podrá avanzar.

En cuanto a Claudia Sheinbaum   está llegando a límites en aceptación popular antes de la campaña oficial  y tiene que dar un golpe de timón pero ya.

Y lo más importante es poner distancia de los dirigentes de partidos, valen por sí solos, no los necesitan sino provocar un voto de confianza en la persona.

No se les olvide que son el centro de la atención popular para los comicios del 2024. Es una gran responsabilidad pero también la gran oportunidad de darle al país la oxigenada política y de esperanza que necesita para cambiar las cosas que no están bien.