Peligro de perder el color amarillo

Miguel Ángel Guerrero Arriaga

Octubre 12, 2020

Solo la estupidez e inconsciencia colectiva puede hacer que se vaya a tierra el gran esfuerzo hecho por la sociedad potosino a lo largo de los casi ocho meses que están por cumplir las medidas sanitarias impuestas como protección ante el avance del coronavirus desde el mes de marzo pasado que se detectó el primer caso en territorio potosino en un largo y sufrido camino que desembocó en el paso del estado al color amarillo del semáforo epidemiológico que significa estar a un paso del retorno a la casi normalidad si es que mantenemos el paso a la contención de la pandemia capaz de lograrse con una actitud disciplinada de los potosinos a la que, como hemos visto, no somos muy inclinados a seguir.

El próximo mes de noviembre, SLP cumple 8 meses de haber entrado en la fase de restricciones sanitarias luego de registrarse el arribo del Covid- 19 entre las que se incluyó el confinamiento voluntario, el no salir de casa si no era estrictamente necesario así como utilizar el cubrebocas y mantener la sana distancia.

Lamentablemente, durante los meses de marzo, abril y junio a la gente poco le importó tomar las medidas de protección citadas y sin precaución por sus familias y los demás tomó por costumbre andar en la calle como en condiciones normales provocando aceleraciones constantes en la propagación del virus a pesar de los diarios llamados del comité de seguridad en salud a quedarse en casa lo que ocasionó que en los meses de julio y agosto llegaran a registrarse rachas de 400 casos positivos diarios de la enfermedad lo que mantenía al estado en el color rojo de muy alto riesgo.

Afortunadamente, la conciencia sobre el mal generalizado que ello implicaba llevó a los potosinos a valorar la importancia del uso del cubrebocas y a no salir de casa sin motivo con lo que se pudo hacer descender el número de contagios y de defunciones y así llegar al mes de junio pasado en que se logró obtener la calificación para acceder al color naranja que permitió la reactivación de diversas actividades en el ramo industrial comercial y de recreación pues hasta los cines pudieron operar bajo ciertas restricciones lo mismo que restaurantes y los parque públicos.

Con ese largo recorrido San Luis Potosí llegó a bajar los contagios hasta un día de 95 el más bajo en meses hasta mantenernos en un promedio de menos de 200 diarios para alcanzar el pasado junio el color amarillo que nos tiene a poco de la casi normalidad y que para mantenerlo basta con usar cubrebocas, mantener la sana distancia y no retar al contagio en aglomeraciones y, fundamentalmente no creer que ya se puede hacer la vida normal de antes pues con descuidos en eso nos puede regresar al color naranja como ya ha pasado en otros estados donde los rebrotes los regresaron al naranja riesgo al que nos exponemos si caemos en la estupidez colectiva y propiciamos que volvamos a estar como al principio del arribo de la pandemia, por lo que está en nuestras manos y conciencia evitarlo.