Toño Martínez
Julio 17, 2024.
Fuera de los entretejes, zancadillas y jalones de tapete cotidianos al interior de partidos, en este caso el PRI, y personajes de la política, los protagonistas olvidan que mientras se gruñen, se miran de reojo y escupen de ladito cuando ven al otro mascullando sus diferencias, afuera solo alimentan el morbo de la gente y de medios informativos que viven del sensacionalismo pero acrecentan el desencanto a sus colores.
Eso esta pasando ahora con la presidenta estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Sara Rocha Medina y el principal activo que tienen hasta ahora para soplar las cenizas y encender la llama del tricolor en San Luis Potosí, Francisco Enrique Galindo Ceballos que cayeron en un juego de dimes y diretes que no le sirven de nada y solo alimentan el.morbo de la gente y algunos medios de comunicación que de eso viven.
Escogieron el peor momento para sacarse los trapitos al sol pues el PRI no esta precisamente sobrado de figuras con peso social para armar una adecuada ingeniería de restauración, reunificación y todo lo que termine en “on” hacia la supervivencia.
Como dijo Juan Gabriel, «Pero que necesidad». El reto es la hegemónica cuarta transformación para que puedan recuperar el apoyo popular. Traen un poder tremendo pero no insalvable. Cada paso, cada acción, cada propuesta social que promueva el PRI tiene que ser escrupulosamente realista, profundamente apegada a la realidad cotidiana de la gente y confiable, libre de demagogia para que puedan recuperar atención y militancia verdadera, no en la imaginación ni en discursos alegóricos pero más huecos que el carrizo.
En eso deben Sara y Galindo ocupar su tiempo juntos y de ser posible cachete con cachete rayando el lápiz o el mouse, buscando ingeniando como contrarrestar la enorme popularidad que traen en la “Cuatro T” con sus programas de gran calado social en vez de trenzarse en pleitos de lavadero.
Como dice la frase común «el enemigo o adversario político está afuera» y tiene los colores morado, verde y rojo con letras amarillas, que le están abriendo camino a un maximato como es el proyecto de Andrés Manuel López Obrador a través de Claudia Sheinbaum Pardo. que no lo oculta.
Sara ha demostrado temple, vigor, inteligencia y valentía para mantener en alto la bandera del tricolor a pesar de las guerrillas internas en el partido y las golpizas políticas externas Tiene de su lado la base histórica de un partido que le puso sólido renchido al edificio México con materiales extraídos de los grandes movimientos sociales que le fueron dando perfil a este país democrático del que se están adueñando los morenos. Es terca en la defensa del PRI y sabe tomar decisiones por más duras que sean. Es necesaria para el proyecto del PRI renacido.
Enrique Galindo por su parte es hombre de resultados, de pulso firme y dueño de un basto dominio de las relaciones sociales basadas en el cumplimiento de tareas complejas como la seguridad, que lo hizo acreedor a reconocimientos internacionales. Y es del PRI, se ha iluminado con luz propia y si fue reelecto como alcalde de la capital potosina lo debe en mayor porcentaje a la ciudadanía de todos los colores y después al PRI y aliados.
Los potosinos evaluaron resultados de su primera administración.y salió aprobado y apoyado. Es de las mejores cartas para un partido urgido de renacer. ¿Entonces porque Sara y Galindo ofrecen un show de lucha libre como si fueran Big Mama y El Niño Hamburguesa, en lugar de caminar juntos?
En la “Cuatr T” no todo es perfecto ni aprobado por la gente aunque aparenten otra cosa. Esa cobija tiene portillos que hieren a México, que lastiman a la gente como son la terrible inseguridad la impunidad y violencia alimentados por la impunidad, un sistema de salud devastado, un campo social sin atención para producir alimentos y una inflación de casi el 5% que reduce la capacidad adquisitiva de incrementos salariales y pensiones.
Ahí está la oportunidad para el PRI de presentar alternativas de solución en lo general para el país y en lo local a San Luis Potosí. ¿Entendieron Sara y Quique? Agarren la onda.