Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Noviembre 19, 2019
Con más pesimismo que motivos para festejar, dentro de doce días se cumplirá el primer año de ejercicio del presidente Andrés Manuel López Obrador, fecha a la que llegará con el pendiente del incumplimiento de terminar con la inseguridad que priva en todo el país, luego de que durante su campaña electoral asegurara que voluntariamente los miembros de los diversos cárteles depondrían sus actividades delictivas en el transcurso de su primer mes de mandato, lo que, por supuesto, nadie creyó en su momento y que dista mucho de concretarse no en el corto plazo sino en lo que resta de su sexenio.
Por consiguiente y para pesar de los mexicanos en general, dentro de doce días que cumpla su primer año de desempeño presidencial seguramente invadirá un sentimiento de decepción nacional en todo el país por no haberse concretado o alcanzado los principales objetivos planteados por AMLO que, había prometido serían concretados tan pronto arribara a la presidencia de México, como el de desterrar la corrupción e instalar la transparencia como sello de su gobierno, pues sus máximos enemigos denominados por él como la mafia del poder no han sido molestados en lo más mínimo empezando por el ex presidente Enrique Peña Nieto y colaboradores presuntamente involucrados en saqueos al erario pues ninguno de ellos ha sido llamados a cuentas ante un juez.
Por otra parte su compromiso de acabar con la pobreza con los ahorros obtenidos de reducciones a los sueldos de la alta burocracia tampoco lo ha podido cumplir de tal manera que siguen existiendo funcionarios cuyo salario es superior al de él, lo que, según había prometido, no ocurriría.
En relación a sus grandes transformaciones del país tampoco ha podido avanzar como en el caso del nuevo aeropuerto de la ciudad de México cuya realización todavía es un enigma para la mayoría de sus gobernados, tanto en el lugar donde se construirá como su costo final.
Lo mismo pasa con su traído y llevado tren maya proyecto que ya enfrenta un férrea oposición de los grupos ambientalistas nacionales e internacionales por los eventuales daños ecológicos que podría ocasionar a la región selvática que cruzaría en el Istmo de Tehuantepec.
No obstante, debe reconocerse que en este primer año ha cumplido su compromiso de apoyar económicamente a los “ninis”, adultos, mayores y jóvenes estudiantes con becas económicas de apoyo, lo que no quita que quede una sensación de que en este su primer año al frente de la presidencia de la república, ha quedado a deber en función de del cumplimiento de sus mayores promesas de campaña, principalmente las que impactan en el bolsillo de los mexicanos como la de que ya no se registrarían los temidos gasolinazos pues el precio de los combustibles se mantiene en un amenazante sube y baja, por lo que no está como para que abra una temporada de festejos por este primer año que cumplirá en unos días.
