Toño Martínez
Mayo 01, 2020
¿Quién iba a decir que Pin pón, el muñeco muy guapo de cartón de la cancioncita infantil que el comediante chileno Jorge Guerra usaba para dar consejos sobre buenos hábitos de salud a los niños, allá por las décadas de los 60 y 70, tendría ahora, en el siglo de los asombrosos avances científicos y tecnológicos, la clave más infalible para protegernos contra el temible Coronavirus.
Pin pón, dice la letra de la canción, es el muñeco que se lava su carita con agua y con jabón.
Resulta que esa sencilla letra encierra una gran verdad científica y sanitaria.
El jabón, tecnología milenaria a base de agua, grasa animal o vegetal y álcali (ceniza) es el único y más potente destructor de los virus causantes de epidemias, incluyendo el temido SARS COVID19 que tanta muerte viene causando por el Mundo.
Basta con la buena costumbre de lavarse las manos con agua y jabón para desmantelar al virus del COVID, porque su fórmula destruye las capas del bichito que envuelven la información genética causante de la enfermedad al inocularlas a las células humanas.
Los ácidos grasos que se utilizan para elaborar el jabón, como son aceite vegetal de maíz, oliva, coco, algodón, lino o soja, o grasa animal, desbaratan la cubierta del COVID que se aloja sobre la piel, y la hacen pedacitos o sea lo descuartizan.
Claro, también es necesario decirle que bañarse seguido, aunque no le guste como a muchos que conozco, le da mayor protección contra el Coronavirus.
El virus se aloja en la piel y puede durar horas activo, pero no ingresa al cuerpo por su cubierta ácida, y lo infectará cuando se toque los ojos, nariz y la cara en general. Pero si llega el jabón, no tiene para donde hacerse.
Entonces, mientras llega vacuna o cura, y aunque ya se produjera, la costumbre de usar el jabón en el lavado de manos, es su mejor y más efectivo escudo.
Déjese de remedios milagrosos y sin sustento alguno, de rituales y sahumerios y váyase a lo práctico y efectivo para prevención como es el jabón ya sea líquido, en polvo o en barra.
Los hay que contienen aromas ricos, esencias para relajarlo pero en su composición básica llevan los ingredientes enemigos mortales del virus.
No importa la marca, puede ser incluso una de la que muy seguido hablan amigos, como son “Rosa Venus” o “Jardines de California” pero lávese las manos, la cara o báñese.
Es más, le recomiendo que busque una memoria con la canción de “Pin pón”, póngala en un reproductor y escúchela cuantas veces pueda. Vera como el muñeco guapo le estará recordando cómo salvarse.
Una cosa más, esa costumbre no debe hacer que pase por alto las recomendaciones que por todos lados encontrara por parte del sector salud, como evitar las aglomeraciones, hasta donde pueda no salga de casa, trapear los pisos con desinfectante, alimentarse equilibradamente y hacer ejercicio en su casa.
Y no deseche la enseñanza de “Pin Pon”, le puede salvar la vida.
