Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Noviembre 19, 2020
Queda claro que los actos proselitistas de los precandidatos que participan en los procesos internos de sus respectivos partidos en busca de alcanzar las candidaturas gubernamentales se pueden convertir en peligrosos propagadores de la pandemia del Covid- 19 toda vez que los principales protagonistas de los mismos ni los asistentes se preocupan por atender las mínimas normas sanitarias de protección como el uso del cubrebocas o guardar la sana distancia como ha quedado evidenciado en los videos y fotografías de los que han realizado hasta la fecha los precandidatos de todos los partidos políticos, lo que plantea el reto, o la necesidad de que si, como dicen ellos y los dirigentes de sus institutos políticos buscan por encima de todo el bienestar de toda la gente y acuerdan suspender y posponer las precampañas pues de seguir así está garantizado que contribuyan con mucho a la generación de un rebrote del coronavirus que podría presentarse durante el mes de enero próximo al detectarse los contagios que traerían como consecuencia los actos que nadie se ha preocupado por regular o vigilar.
De este peligro ya han dado la voz de alerta lo mismo el secretario general de gobierno, Alejandro Leal, como el vocero del arzobispado Juan Jesús Priego Rivera en tanto tibiamente el CEEPAC los ha exhortado a guardar las normas sanitarias sin establecerlo como una obligación lo que ha dado lugar a que los precandidatos se lo pasen por el arco del triunfo si se observa que ninguno le ha hecho caso y continúan en busca del apoyo de sus correligionarios sin que les importe la salud de la gente como se nota en exponerlos al contagio de la pandemia al convocarlos a sus actos sin la protección adecuada.
Los partidos a que pertenecen los han hecho partícipes de pactos de civilidad y de no agresión entre ellos y hasta al registrarse como aspirantes firmaron en el CEEPAC la declaratoria de civilidad por los derechos de la ciudadanía mientras que ninguno se comprometió formalmente a evitar que los actos que organizarían en peligrosos focos de propagación del virus como ya lo son ante lo que, incluso el comité estatal de seguridad en salud ha guardado silencio como tampoco ha dispuesto alguna brigada de vigilancia de los actos proselitistas en los que poco o nada importa la salud de los asistentes pues los precandidatos solo van a hacerse escuchar y a pedirles su apoyo.
Por otra parte, si con establecimientos como los restaurantes de inmediato son clausurados cuando se les sorprende violando las medidas sanitarias, ¿por qué no hacer lo mismo con los actos de los precandidatos obligándolos a suspenderlos o posponerlos? Si se entiende que la protección de la salud y la vida es más importante, en lo que, por lo pronto, las autoridades de salud y los dirigentes de los partidos tienen la palabra, además de los precandidatos, claro.