Toño Martínez
Marzo 21, 2023
(En el Día Mundial del Agua)
Desde que en 1979 el entonces presidente de la República José López Portillo firmó el decreto para crear el Sistema de Riego Pujal-Coy Segunda Fase que sería el granero más grande de Latinoamérica y abarcaría el Sur de Tamaulipas, Norte de Veracruz y Oriente de San Luis Potosí, comenzó el más terrible ecocidio de que tengamos memoria cercana, al ser taladas más de 750 mil hectáreas de selva baja caducifolia y baja espinosa rompiendo el ecosistema regional que a 44 años de distancia está secando la cueca hídrica que hacía famosa a esta zona a nivel nacional y mundial.
El paraíso Huasteco está quedando en un recuerdo, en una leyenda porque ríos, manantiales, arroyos, cuerpos de agua antes que comience la época natural de estiaje ya están secos o llevan un delgado hilillo de agua contaminado por descargas de aguas residuales y escurrimiento de plaguicidas donde los peces y otras especies de la fauna acuícola mueren por falta de oxígeno e incluso por micropartículas de plástico que comen y están en los ríos.
A este desastre tenemos que agregar la sobreexplotación de 20 de los 52 acuíferos de aguas superficiales que quedan, precisamente porque no existe regulación eficiente para su uso y la distribución es a capricho especialmente para actividades agrícolas.
Por difícil que sea de aceptar y por encima de las normas para uso del agua, aún persisten caciques y familias de poder económico que controlan fuentes de abasto para regar sus cultivos o pastizales -como en Tampamolón Corona-, y se está generalizando una tendencia hacia la privatización del agua.
Si bien es cierto que el 50% del territorio nacional está en la situación de sequía, lo que pasa en la Huasteca Potosina es excepcional pero lamentablemente el tema del agua no es prioridad en la agenda pública ni del Gobierno federal ni del Estatal.
Cuando mucho no pasan de aplicar parches y acciones recurrentes sin mayor impacto de fondo.
Hace unos días la Secretaria de Turismo estatal, representantes de la Comisión Nacional del Agua, de la Comisión Estatal, Secretaría de Desarrollo Agropecuario, productores de caña y otras instancias acordaron un calendario de uso de agua de ríos para riego de caña que son los principales consumidores del liquido en Tamasopo Aquismón, Tanlajás, El Naranjo y Valles acordaron lo mismo de siempre y que nadie respeta, fijar días y horarios para el riego pero eso y nada es lo mismo pues no hay quien vigile que se cumpla.
Un objetivo de este convenio inútil es que paseos turísticos como cascadas tendrán agua, pero no pasa de ser una aspirina contra un cáncer.
Es de observarse que ya han surgido conflictos por el agua en la Huasteca, y al paso actual de escasez aumentará.
Políticas de calado por el Gobierno de Ricardo Gallardo no se ven, y la pérdida de agua no se detiene.